miércoles, 25 de septiembre de 2013

Los personajes diabólicos detrás del paro

 

 

• Quiénes sacan provecho con la intransigencia de los maestros que ya tiene hasta el hartazgo a los ciudadanos?


• Los maestros, presa del manoseo político; los lideres los manipulan a su conveniencia


Carlos Urze/Areópago.


     Por su naturaleza proclive al tumulto y su facilidad de manipulación, los maestros en paro miembros del Bloque Democrático de la Sección 7 del SNTE ignoran que, detrás suyo, hay personajes de mentes siniestras que dibujan sonrisas sardónicas, diabólicas, porque tienen intereses políticos inconfesados y esta rebelión no justificada les lleva abundante agua a su molino.
Los maestros del Bloque Democrático van a la asonada por puro jolgorio. Es una coyuntura óptima para la pachanga, la libación alcohólica y para los amoríos extramaritales. Y lo hacen incluso lastimando su propia dignidad, la de sus hijos, esposas y familias, ya no digamos la dignidad de los ciudadanos que les exigen respeto.
      Como ha ocurrido casi invariablemente, los maestros son otra vez carnaza de líderes basiliscos que los conducen a arenas movedizas porque ponen en riesgo su situación laboral y por ende la economía familiar, ya que la autoridad –y está en su indeclinable derecho- puede despedirlos de sus centros de trabajo y si bien les va sólo les aplicarán los descuentos correspondientes. Los dirigentes, en cambio, no pierden nada.
        No es necesario hacer un examen nimio de la historia magisterial para encontrar en sus páginas a sujetos que con las llamadas luchas magisteriales se han enriquecido llegando a desenvolverse en la opulencia exagerada sin siquiera conocer una tiza o haber pisado un aula escolar y, para variar, con una pobre preparación académica pero, eso sí, coyotes en el arte del engaño.
¿De dónde han salido individuos como Amadeo Espinosa Ramos, Julio Peralta Esteva, Abundio Peregrino García, Hugo Roblero Gordillo, Jorge Pérez Pérez, Julio César Chamé Martínez, David Aguilar Solís, Sonia Catalina Álvarez, Neftalí Flores Archila y muchos otros que lo mismo han ocupado puestos elevados en la política (han sido diputados locales y federales hasta Senadores) que siguen haciendo sucias transacciones con el tráfico de influencias en las cadenas de cambios y ascensiones?
        Es nefasto el ejemplo de Amadeo Espinosa Ramos. Desde sus años de estudiante en la escuela normal rural Mactumatzáatisbó que el grito callejero es una industria apetitosa para quien lo orquesta y cuando es capaz de intimidar a un gobierno, sólo es cuestión de organizar a un tropel de bárbaros, armarlos de las más altisonantes consignas, sacarlos a las plazas públicas, inducirlos al desafío de la legalidad y los resultados políticos y monetarios son suculentos.
      Seguramente Espinosa Ramos no sabe quién es Victoria Dornelas o en dónde se halla la comunidad El Duraznal, en Frontera Comalapa, en la que un abnegado maestro da clases de lunes a viernes a niños de primero a sexto grados y es constantemente amenazado para apoyar los paros en la capital. Pero Espinosa sí sabe de artimañas porque ese ha sido su modus operandi que le permite llevar una vida en la molicie.
        Tres veces diputado federal, una diputado local y una vez Senador de la República dan cuenta irrefutable de los beneficios que ha arrancado Espinosa Ramos con los movimientos magisteriales, además de controlar, con fiereza de hiena y pezuñas de unicornio, al Partido del Trabajo al que de tiempo atrás tiene convertido en una mancebía para él y una gavilla de hampones de la política.
La Reforma Educativa es sólo el plato fuerte y exquisito para desbordar el encono premeditado. El Sindicato de Trabajadores de la Educación acopia un promedio de mil 800 millones de pesos al mes en cuotas de los maestros y cuyo manejo es lo que ha desatado la pugna encarnizada entre grupos delincuenciales en su interior, luego del encarcelamiento de Elba Esther Gordillo Morales y del derrumbamiento de su hegemonía.

LAS PATRAÑAS
           Presa del manoseo político, a los maestros que protestan se les ha dicho que la Ley del Servicio Profesional Docente trastoca sus conquistas sindicales. No se les dice (y ellos tampoco se han ocupado en indagar) que no se trata de una reforma laboral, sino de tipo administrativo que busca la excelencia educativa y que jamás regula aspectos sobre condiciones de trabajo. Así, los derechos de los trabajadores son intocados y siguen tutelados por el artículo 123 Constitucional y porque, además, el Estado no actúa en calidad de patrón, sino de autoridad.
           Los buenos maestros (como el que no abandona su derruida escuela en el pueblo El Duraznal pese a las intimidaciones de quienes a rastras lo quieren llevar a la bola) por supuesto que respaldan la Reforma Educativa.
         Están en contra de ella los que cobran como docentes sin serlo, los que usan la Reforma Educativa como una panacea política, los que quieren seguir enquistados en mafias, los que están acostumbrados al libertinaje político, los que detentan doble plaza cobrando 45 mil pesos en cada una de ellas; los cientos de comisionados abusivamente, los que buscan la rapiña con las prorratas de los maestros afiliados al SNTE, los que han hecho del chantaje una provechosa empresa, los que se niegan a la actualización y, desde luego, los líderes facinerosos.
          Del paro también sacan ventaja políticos en el ostracismo porque se trata de una oportunidad nutritiva, inmejorable para resucitar de la podredumbre a donde los ha confinado la historia.
Pablo Salazar Mendiguchía, el ex presidiario 8476, desde las sombras apuesta a que el conflicto se salga de control porque desea una conflagración mayúscula que lo lance a la notoriedad, al menos mediática, por eso de pronto manda mensajes a través de personeros respaldando a un magisterio que él como gobernador aplastó con su brutalidad ya conocida.

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