Tiempo de diálogo, no de violencia
La Ley del Servicio Profesional Docente (LSPD) no puede quedar como una norma más, fundamentalmente cuando es una legislación producto del acuerdo y el consenso entre los legisladores, educadores, sociedad civil y autoridades educativas, que permitió atender los reclamos públicos de los maestros.
Se mantuvo durante la elaboración de la Ley del Servicio Profesional Docente y en la consolidación de la Reforma Educativa, diversos espacios de diálogo y negociación que permitió eliminar cualquier aspecto que la convirtiera en una ley punitiva y desfavoreciera la actividad educativa; siempre se veló por el interés general de los educadores, sin embargo, se tiene maestros faltistas en este momento.
En toda sociedad democrática la libertad para expresarse y manifestarse es un derecho que se limita cuando trasgrede y afecta los derechos de terceros, como el de libre tránsito y del trabajo, por lo que resulta necesario que la norma educativa se lleve a la práctica, de lo contrario se seguirán acumulando pérdidas en diversas actividades económicas.
Los maestros disidentes deben entender y que no les quede duda, que no es una ley punitiva, a nadie se va despedir; es una ley que busca dar facilidades al magisterio para elevar la calidad en su trabajo, a que adquieran mayores conocimientos, sean sujetos de promociones y en consecuencia la educación de los niños y jóvenes será de mejor calidad.
Es momento de dialogar y construir juntos al magisterio, padres de familias y autoridades, un nuevo modelo educativo que intensifique los conocimientos de los estudiantes, así como ir considerando las herramientas y presupuestos para destinar más recursos a la construcción de aulas y equipamiento de centros educativos que den condiciones deseables para una educación de calidad.
El Estado apoyará en todo momento la preparación continúa de los maestros para que se tenga en México una educación de calidad con equidad.
No es tiempo de resistencias y confrontaciones: es momento de sumar esfuerzos y voluntades para tener una sociedad que pueda salir adelante en los próximos años y avanzar en la adquisición de conocimientos globales, que permita tener una generación más productiva y altamente preparada.
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