• Por convenir a los intereses económicos de autoridades del pasado, Tuxtla se convirtió en la nueva Sodoma y Gomorra por tanto vicio y prostitución
• Se autorizaron en el gobierno de Yassir Vázquez al menos 14 bares y cantinas por cada una de las colonias de Tuxtla Gutiérrez sin anotar el clandestinaje (alrededor de 3 mil). Hay 600 colonias en la ciudad. Es decir, una cantina por cada 79 habitantes…
• La LXV Legislatura local aprobó reformas a la Constitución de Chiapas que facultan a los ayuntamientos municipales a no otorgar permisos de cambio de uso de suelo para giros negros, tales como table dance, bares y cantinas…
Húbert
Ochoa/Areópago.
Ciertamente no
hay un estudio específico sobre el origen de los table dance (baile de mesa). Aunque hay
quienes dicen que proviene del siglo XIX, en México apareció con fulgor y
esnobismo en la década de los cincuenta cuando emerge la Zona Rosa. En Tuxtla a
partir de los 80 nacen centros nocturnos en los que el
desnudismo y el baile erótico de las mujeres se combinan con la venta de
alcohol en una clientela embriagada por el éxtasis.
Famosos
fueron El Bety, El King Kong, Martha Estrada, El Kumbala, el Súper 8.
Frecuentados incluso por políticos y hombres adinerados, de la clase alta que
llegaron a deleitarse en una fiesta de cuerpos esculturales, esos lugares
estaban sujetos a una estricta vigilancia de la autoridad y una regla básica
era su ubicación: todos se hallaban fuera de la ciudad.
Quizá
El
Bety, que se localizaba en una mansión lujosa rumbo a Chiapa de Corzo
sólo pasando el puente, sobresale en la lista porque de
allí se confeccionaron historias tremebundas
por su espectacular notoriedad en la época y por la peculiaridad de su
regenteador o chulo como se les conoce en España.
Era El Bety un
personaje sui generis no por su homosexualidad, sino porque sabía regodearse
con políticos del primer círculo del poder de entonces y con los más connotados
e influyentes periodistas locales.
Cuentan que tuvo un final trágico ya que, en un arranque de celos y
locura, mató a su pareja sentimental de un tiro en la sien y luego se suicidó,
todo en una glorieta del parque Niño de Atocha, en el lado norte poniente de la
capital.
El Gitano también brotó a la sazón y
todavía persiste en la zona galáctica. Su fama no sólo va en torno de la efigie
de mujeres que adornan sus espectáculos y dan servicio a los hombres, sino
también por su elegancia. Y lo caro. Su
clientela igualmente es distinguida porque no está conformada por parroquianos
cualquiera, sino por señores ricos. A un burócrata le resultaría inextricable
ir porque debería pensar bien sus prioridades en tiempos de austeridad: o come
o va y deja su quincena en una botella de trago del más barato y ya no digamos
con la compañía de las chicas despampanantes.
Al
paso de los años la corrupción contaminó el escenario en Chiapas y arrastró con
todo. Así, autoridades abusivas observaron que el giro negro se trataba de una fuente rica de ingresos sin prestar
atención, por su avaricia desde luego, que su proliferación representaría un
grave problema de salud pública en el que los jóvenes se convierten en la
principal carnada.
Sin control de ninguna clase brotaron por doquier
cantinas convirtiendo a Tuxtla en un paraíso etílico y de prostitución. La
herencia del gobierno municipal de Yassir Vázquez Hernández y luego tolerada
con Felipe Granda Pastrana, el vendedor de pantimedias metido a político, fue
alarmante: al menos 14 bares y cantinas por cada una de las colonias de Tuxtla
Gutiérrez sin anotar el clandestinaje (alrededor de 3 mil). Hay 600 colonias en la ciudad. Es decir, una cantina por cada 79 habitantes.
Sólo
a la altura del parque de La Marimba, conocido por su tradición familiar, el
ayuntamiento del perverso Yassir autorizó 50 cantinas y bares en los que el
lenocinio era emblemático.
El
comercio sexual y la venta incontrolada de bebidas embriagantes significaron otro botín en el sexenio pasado.
Fuentes allegadas a Sólo para enterados confiaron que, como ocurrió con la obra
que Viva el Centro, las
ganancias millonarias de la
prostitución eran distribuidas entre un petit comité operado por el
subsecretario de gobierno Nemesio Ponce Sánchez, el tipo con un poder casi
celestial en esos seis años y tan excéntrico como el loco Calìgula.
El
de los casinos fue otro negocio redondo. ¿Cómo permitir y luego amparar el
funcionamiento de clubes de apuestas en un estado cuya población es flageada
por el hambre con un salario mínimo marginal que otrora no llegaba ni a los 60 pesos diarios?
Sencillamente porque los casinos eran auténticos desplumaderos que no estaban
dirigidos para los obreros. Representaron, eso sí, otra arista del festín de
corrupción y rapiña que se dio en la época.
Suena
inverosímil pero es cierto: Tuxtla en el sexenio anterior parecía Sodoma y
Gomorra, las dos ciudades que relata la Biblia fueron destruidas con una lluvia
de fuego y azufre por tanto pecado.
GIROS NEGROS
En su sesión
del jueves 6 de febrero de 2014, La LXV Legislatura local aprobó reformas a la
Constitución de Chiapas que facultan a los ayuntamientos municipales a no
otorgar permisos de cambio de uso de suelo para giros negros, tales como table
dance, bares y cantinas.
Con esta reforma se pretende reducir
la proliferación de establecimientos donde se presentan espectáculos "que
atentan contra la moral, las buenas costumbres, fomenten la trata de personas o
atenten contra la dignidad humana". El dictamen aprobado por unanimidad
por los diputados señala que en su plan de desarrollo los ayuntamientos
"deberán establecer" la prohibición de cambio de uso de suelo para la
autorización de los llamados antros.
El documento enfatiza que en una
sociedad civilizada, este tipo de espectáculos no deben existir ni permitirse,
porque son actos en los que se comercializa con la dignidad humana "de
aquellas mujeres, niñas y personas en condiciones de vulnerabilidad que pueden
ser objeto de explotación sexual, laboral y comercial por cualquier
medio", detalla.
Esto, "porque el funcionamiento
-de tales establecimientos- repercute en la seguridad y la salud pública, e
implica un mayor riesgo de que se ejecuten delitos, como el lavado de dinero
proveniente principalmente del narcotráfico, secuestros, el narcomenudeo, la
trata de personas y la violencia intrafamiliar, entre otros ilícitos",
puntualizaron.
La determinación del Congreso del
Estado se dio luego de que en la segunda quincena de enero, el gobierno de
Chiapas solicitó al Congreso local el cese de licencias de uso de suelo para
los denominados “giros negros”, con la finalidad de combatir la delincuencia y
la explotación sexual en la entidad. La iniciativa enviada por el gobernador
Manuel Velasco Coello busca reformar la Constitución Política del Estado de
Chiapas, la Ley Orgánica Municipal, la Ley de Desarrollo Urbano y la Ley de
Salud estatal.
La medida combatirá actividades
delictivas en centros nocturnos, botaneros, bares, discotecas, cabarets,
cantinas y en los que se realicen actos con personas desnudas o semidesnudas.
Cabe mencionar que en los últimos
días agentes de los tres órdenes de gobierno —entre ellos miembros del Ejército
Mexicano y la Marina Armada de México— han cerrado un total de 116 “giros
negros” y detenido a 20 personas por diversos delitos, entre ellos la trata de
personas.
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