Liliana Molano
“Aquí
te traigo esta corona,
Que
en el jardín la corte;
No traje
triquis ni marimba,
Porque
no tuve con que”
¿Cuántos de nosotros no hemos
escuchado tan popular verso en alguna fiesta celebrada el día anterior al
cumpleaños de un familiar o un amigo? e inclusive hemos llevado la tradicional “corona” para colocársela al cumpleañero
sin saber el origen de tan hermosa tradición.
Pues bien, dicha tradición tiene
sus raíces en los pueblos zoques que abarcaban varias poblaciones de nuestro
Estado: Tuxtla Gutiérrez, Ocozocoautla o Coita como es mejor conocido, San
Fernando, Copainalá, etc. y toda la
parte Occidental que hacen frontera con Tabasco, Oaxaca y Veracruz.
En un principio la corona era
una fiesta que se le hacía exclusivamente a los santos patronos de cada lugar,
el Santo era coronado por todos los miembros de la comunidad acompañados con
tambor y pito o bien con una banda de música o “música de viento” como se le
conocía antes.
La fiesta era la más importante
del pueblo y era esperada ansiosamente por los pobladores ya que se echaba “la casa por la ventana” y no se
escatimaba en ningún gasto para la comida y la música de ahí surge la idea de
que dicha celebración no fuera exclusiva para los santos sino que también se hiciera
extensiva para los pobladores de cada lugar.
Las coronas se hacían de flores
naturales y era muy común que cada familia la realizara con las flores de su
casa, dándole así un toque personal a cada corona. Se hacían generalmente con
claveles ya que esta flor no se marchita tan pronto con el calor y dura varios
días.
Actualmente es mas cómun ir a la
“tiendita” de la cuadra y adquirla ahí pero hecha de papel de china con adornos
de acuerdo alusivos al género del festejado: con balones de futbol, flores, e
incluso con sombreros y cervezas en miniatura.
Sin embargo la modernidad no ha
acabo con la tradición de la corona de flores naturales ya que en el Mercado 20
de Noviembre o Mercado de las flores como es más conocido, aún las elaboran.
Las hay dobles o sencillas, la primera es con dos hileras de flores y la
segunda solamente con una.
La forma adecuada de poner la
corona es interpretando versos conocidos también como “corona”,
“felicitaciones” o “parabienes” que son del dominio popular; dichos versos anteriormente
eran cantados no hablados como se dicen actualmente aunque las personas de
antaño conservan aún la costumbre de decirlos “cantaditos” y por eso son los
más aplaudidos en las fiestas.
Los versos son adaptados de
acuerdo a la personalidad del festejado, hay los que hacen alusión a la fiesta
o algunos con tono formal:
“Hoy cuando
la aurora
deslumbrante
apareció,
el calendario
me enseñó
que la
víspera es ahora.
Víspera del
cumpleaños
en que nos
ves aquí reunidos,
los tuyos,
los de la familia
y tus amigos
queridos”
---
“Todo el año
he recorrido
entre fiestas
y danzas,
chunquito yo aquí te ruego,
que con
sabrosas botanas,
a todos nos
llenes la panza”
También hay quien compone los
versos con doble sentido para darle un toque chusco a la reunión:
“Desde la
costa he venido,
Cargando
camarón, lisa y bagre,
Sólo para
venirte a felicitar
Hijo de… mi
querida comadre”
Al terminar la coronación es tradición
que se quemen carrilleras de triquis
y después sean entonadas las mañanitas. Posteriormente todos los invitados se
forman para abrazar al del cumpleaños y tomarse la foto del recuerdo.
Después se sirven botanas
tradicionales como el camarón seco con tomate picado, cebolla, limón y chile
acompañado de tostadas; la carne molida con limón, o “carne tartara” como es ahora conocida, frijoles refritos, quesillo,
butifarra y menudencia acompañados de refrescos, cerveza y uno que otro trago
de algo más “fuertecito” para los que
no les gusta la cerveza.
Por supuesto la música de
marimba no puede faltar interpretando canciones tradicionales como “Ferrocarril
de los Altos”, “Los Palitos” y por supuesto la tradicional melodía de “Las
chiapanecas”.
En algunas zonas, como en la Costa,
se acostumbra que antes de terminar la fiesta uno de los invitados debe quitar
“la corona” al cumpleañero, por supuesto acompañado de su respectivo verso:
“Yo le quito
la corona
y la coloco en la mesa,
para que el
feliz festejado
nos invite la
cerveza”
---
“Yo le quito
la corona
Y ya no se ni
lo que hago
Porque es
hora que el del santo
Saque la
botella de trago”
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