Si los gastos de vacaciones se te salen de control o si requieres de un préstamo para los gastos
del regreso a clases y te ves en la necesidad de empeñar tus pertenencias,
compara opciones:
• No empeñes tus pertenencias con la primera casa de empeño que encuentres. Seguramente, ante
la necesidad de disponer de efectivo inmediato, lo que menos te importa es la
tasa de interés que puedan cobrarte, pero ¡ten calma! date el tiempo para
comparar y elegir la casa de empeño que te dé más liquidez por tus prendas (un
porcentaje mayor del avalúo) a un menor costo (tasa de interés más baja). Es
necesario que solicites información en al menos tres empresas.
• Compara el Costo Anual Total (CAT). Al igual que ocurre con los créditos que ofrecen
los bancos y Sofomes (hipotecarios, automotrices, personales y de nómina), los
préstamos de las casas de empeño tienen un CAT, un indicador que engloba todos
los costos involucrados (tasa de interés, comisiones, avalúo, gastos de almacenaje,
etcétera). Utiliza este indicador como un primer filtro para hacer tu elección.
Recuerda que existen dos tipos de casas de
empeño:
A) Las empresas privadas mercantiles que pueden o no estar registradas ante la
Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), instancia que vigila su
actividad y quien autoriza los términos del contrato de adhesión con el que
realizan sus operaciones con los pignorantes (personas que recurren a este tipo
de préstamos), lo que te protege de cláusulas abusivas. Para saber si una casa
de empeño tiene sus contratos de adhesión registrados ante la Profeco consulta
www.burocomercial.gob.mx
B) Las Instituciones de Asistencia Privada (IAP), que no tienen fines de lucro. Ejemplos
de IAPs son el Nacional Monte de Piedad, Montepío Luz Saviñón y la Fundación
Rafael Dondé.
Las
diferencias entre unas y otras se resume en dos aspectos. Uno, el costo del
dinero, pues mientras el CAT promedio de las casas de empeño privadas se ubica
en más de 250%; en el caso de las IAP es de 120%, según datos de la Profeco.
Por
otra parte, las casas de empeño privadas te cobran intereses de acuerdo a los
días que permanezca tu prenda bajo su custodia, mientras que las IAP los cobran
por meses. Por ejemplo, si llevas a empeñar un reloj el 5 de enero y lo
recuperas el 4 de febrero, deberás pagar los intereses correspondientes a dos
meses, no de un mes como sería con una casa de empeño privada.
¿Qué puedes empeñar?
Es
importante que evalúes tu capacidad real de recuperación de la prenda y el
valor que ésta tiene para ti y tu familia. Incluso, en algunos casos puedes
empeñar autos, pero si no lo recuperas a tiempo, la pérdida patrimonial puede
ser mayúscula.
Otros
productos que puedes empeñar: alhajas y relojes, muebles, electrodomésticos,
monedas, computadoras, plumas finas, herramientas, motocicletas, entre otros.
Antes de recurrir al empeño, la CONDUSEF RECOMIENDA otras opciones de
financiamiento:
Los préstamos de las casas de empeño son
los más costosos del mercado financiero formal e informal.
Por eso, antes de recurrir a este tipo de financiamiento considera otras opciones que ofrece el sistema financiero formal a
través de los Bancos y Sofomes (Sociedades Financieras de Objeto Múltiple).
Estas
instituciones cuentan con las siguientes alternativas para hacerte de liquidez:
1. Créditos personales.
2. Créditos de nómina.
3. Tarjetas de crédito.
La
gran limitante de estas opciones es que sólo pueden adquirirlas personas que
cuentan con un empleo formal (para el caso de crédito de nómina) o alguna
propiedad que aporten como garantía de pago (en el caso del crédito personal) y
que no tengan registros negativos ante Buró de Crédito.
Cabe
mencionar que entre estas opciones de financiamiento inmediato también se
pueden encontrar grandes diferencias en tasa de interés y CAT. Por ejemplo,
utilizando el simulador de la CONDUSEF para créditos personales y de nómina,
para un crédito de $10,000 a un plazo de 12 meses, la tasa más baja en el caso
de nómina es de 20% y la más alta de 45%. En lo que se refiere a crédito personal,
la tasa más baja se ubica en 21.6% y la más alta en 93.6%*. De ahí la necesidad
de insistir tanto en que toda decisión financiera (solicitud de crédito, ahorro
e inversión) debe estar antecedida por una investigación o comparación de al
menos tres opciones que brinden el mismo servicio.
• Analiza la tasa de interés anualizada. Algunas casas de empeño manejan tasas de interés
que bien podrían catalogarse de agiotistas
por los niveles tan altos que pueden alcanzar, y para confundirte y no
asustarte suelen manejar tasas de interés mensual. Es menos impactante para la
gente que le digan que deberá pagar una tasa de interés mensual de 10% que una
anual de 120%, y esto por mencionar una de las más accesibles.
También,
considera que la tasa que manejan las casas de empeño pueden ser semanales,
quincenales y mensuales, y que entre menor sea el plazo, mayor será el costo
efectivo anual si te tardas en recuperar tu prenda.
Para
conocer el CAT que corresponde a la tasa de interés de la casa de empeño que
planeas elegir, puedes consultar la calculadora de este indicador del Banco de
México (Banxico) en su página www.banxico.gob.mx. También puedes solicitar este
dato a cada casa de empeño que visites.
• Pregunta por los costos adicionales de almacenaje, avalúo, seguro contra robo,
etcétera. Cerciórate de que no existan costos “ocultos” relacionados con el
préstamo. Lee con atención la letra chiquita del contrato y pregunta todo lo
que no te quede claro.
• Consulta qué porcentaje del avalúo (valor del bien a empeñar determinado por
expertos de la casa de empeño) te prestan.
Éste
varía entre 25% y 45%, aunque algunas casas de empeño manejan hasta un 85%.
En
este punto también resulta altamente recomendable que compares entre varias
casas de empeño, pues algunas valuarán con un importe más bajo tus prendas y
otras más arriba. Las diferencias pueden ser significativas.
• Pregunta sobre la demasía. Esto se refiere a la diferencia entre el valor de venta y el costo de la
prenda, que es la cantidad que te puede dar la casa de empeño en caso de que no
logres recuperar tu prenda empeñada. El costo de la prenda se determina por la
cantidad de dinero que te prestaron más los intereses, más una comisión por
comercialización. Pregunta a cuántos refrendos (renovaciones del contrato)
tienes derecho y la extensión del plazo establecido en el contrato para
recuperar tus pertenencias.
En
resumen, te ofrecen rapidez (te dan efectivo de inmediato) y facilidad (sólo
requieres una identificación y en algunos casos comprobante de domicilio). Te
pueden sacar de un apuro, sí, pero lo más importante es esforzarte por tomar
medidas preventivas para no tener que recurrir a ellas, y esto no es más que
llevar un presupuesto, planear los gastos extraordinarios con anticipación y
celebrar futuras fiestas y vacaciones de acuerdo a tus posibilidades
financieras para evitar perder bienes y hasta el patrimonio familiar.
Si
encuentras que en venta te darán mucho más dinero que por el empeño, analiza
con base en tu necesidad de efectivo y tu capacidad de pago, si te conviene
deshacerte de la prenda o si vale la pena dejar de recibir una suma mayor (por
vender) en aras de la posibilidad de recuperar el bien más tarde, en la casa de
empeño.
La NOM-179-SCFI-2007 establece las condiciones de operación de las Casas de Empeño y la autoridad encargada de verificarlas y vigilarlas es la PROFECO.
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