• ¿EN LA MIRA DE LA PGR Y LA INTERPOL?
Húbert
Ochoa
La Procuraduría
General de la República avanza en las investigaciones sobre el desfalco de 40
mil millones de pesos a las arcas públicas de Chiapas perpetrado en el sexenio
2006-2012. Son 50 funcionarios de esa administración los que están en la mira
de la justicia por enriquecimiento ilícito, abuso de funciones, fraude
procesal, coalición de servidores públicos, asociación delictuosa, tortura y al
menos 20 crímenes más. La PGR dio
entrada a la demanda el 7 de abril de 2013. Sólo el delito de asociación
delictuosa, de acuerdo al Artículo 370 del Código Penal, dispone una sanción de
20 años de cárcel.
No es raro, por tanto, la clandestinidad forzosa de Yassir Vázquez Hernández, ex alcalde de la
ciudad; James Montes Gómez; ex secretario de salud; los hermanos Mauricio y
Fernando Perkins Cardoso; los hermanos Alejandro y Antonio Gamboa López; de
Ricardo Serrano Pino, ex secretario de infraestructura y conocido como el gentleman de la cisterna; de Carlos
Jair Jiménez Bolaños Cacho; ex secretario de finanzas; Mayda Guerrero, prima
hermana del exgobernador; Héctor Luna, ex secretario privado, sin faltar por
supuesto Nemesio Ponce Sánchez, el poderoso subsecretario de gobierno en la
peor época de rapiña que haya vivido Chiapas en su historia moderna.
Los datos que se tienen es que algunos de los embarrados se
esconden en residencias adquiridas con el dinero de los chiapanecos en Estados
Unidos o están allá con familiares, sobre todo en el estado de Indiana. Vázquez
se oculta en un hotel de Cancún de su propiedad cuando en Tuxtla, hasta antes
de alcanzar la omnipotencia, vivía en una casa de interés social, tomaba
cerveza y comía botanas de carraca en la cantina El tubazo, en el lado
norte oriente de la capital.
Otros, sin duda muy nerviosos conscientes de que en
cualquier momento la PGR va a llevarlos al patíbulo, se santiguan rezando los
veinte misterios del Rosario en un lujoso condominio de la Torre Acqua, en el
exclusivo Century Resorts Acapulco, frente al Centro Internacional de
Convenciones de Acapulco. En las
pesquisas de la PGR participa la Auditoria Superior de la Federación porque se
trata de no dejar cabos sueltos e integrar un expediente irrefutable, que garantice
que los involucrados en el hurto gigantesco purguen una sentencia de muchas
décadas en la prisión.
La banda controlada por Nemesio Ponce Sánchez es autora de
la crisis financiera que agita a Chiapas. Las cuentas de la hacienda estatal
quedaron en números rojos, completamente magras, vacías. Fueron saqueadas sin
piedad, impíamente. No había ni para
cubrir sueldos corrientes ni aguinaldos de los trabajadores ¿se acuerda? El
número de pobres heredado es de al menos 350 mil.
El chilango Perkins Cardoso es un profesional de las
transas. Es doctor en el atraco. Fue el estratega de la bursatilización de 6
mil millones de pesos. En otras palabras: usó el dinero de la fortuna estatal
para invertirlo y cobrar por adelantado ganancias en distintos mercados de
valores, tanto nacionales como internacionales. “Desapareció” 400 millones de pesos más; por
órdenes suyas otros 3 mil 300 millones no se entregaron al Sistema de
Administración Tributaria correspondientes al Impuesto Sobre la Renta retenidos
a trabajadores al servicio del estado. Perkins autorizó a nombre del gobernador
Sabines al menos 900 millones de pesos en obras a constructoras fantasmas de
Oaxaca y Veracruz.
En el sexenio de las sabineras no hubo mesura para al robo.
Un círculo de primera, íntimamente cercano al ex gobernador, tendió redes de
connivencias en todas las estructuras de gobierno, en los sindicatos, en las
universidades, en los organismos autónomos y hasta en los otros dos poderes. El
avasallamiento, a diferencia de la técnica del loco Salazar que fue la
policíaca, consistió en la distribución ilimitada y grosera de los recursos públicos. Fue una
genuflexión amparada en el dinero, al grado de que hasta los líderes del Bloque
Democrático de la Sección 7 del SNTE pasaban al segundo piso de palacio de
gobierno a recoger dietas de 30 mil pesos al mes.
REYLI:
EL CONSENTIDO
El cantante chiapaneco Reyli Barba fue detenido el reciente fin de semana
en Mexicali, Baja California, fumando mariguana afuera de una tienda de
conveniencia ubicada en el fraccionamiento Montecarlo de la capital del estado.
Se encontraba recargado en su vehículo en aparente estado de ebriedad y
'fumando', cuando un ciudadano lo reportó al número 066 de emergencias.
Al
lugar acudió una patrulla de la policía y al notar su presencia, Reyli empezó a
comerse la mariguana que traía en una pequeña bolsa de plástico para no ser
descubierto. Exámenes toxicológicos realizados al cantautor revelaron que había
consumido también cocaína y bebidas alcohólicas.
El
talentoso Reyli Barba fue
en el sexenio
2006-2012 uno de los artistas consentidos en Chiapas, al igual que el cantante Emmanuel. Hay
bisbiseos de que amenizó tertulias alcohólicas de los funcionarios de primer
nivel en las que, se dice, la cocaína y el whisky fueron los estimulantes predilectos de los
selectos asistentes a tan brutales aquelarres.
Barba
fue la imagen del gobierno de esa época en diversas campañas publicitarias y
tuvo destacada presencia en un video promocional llamado Yo soy Chiapas. Como Emmanuel,
Barba entraba a palacio de gobierno por la puerta grande. Tenía picaporte
porque gozaba de un trato preferencial
del gobernador Juan Sabines Guerrero, de su secretario particular Héctor Luna y
de Nemesio Ponce Sánchez y Mauricio Perkins Cardoso, los hombres más allegados
del gobernador Sabines, su select people.
Presuntamente Barba,
como Emanuel, habría cobrado muchos millones
de pesos de las arcas públicas de los chiapanecos con cruzadas frívolas
que, lejos de cumplir objetivos
específicos y de beneficio a la sociedad, significaron punta de lanza de la
corrupción que galopó en esos seis años.
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