No más barbarie
El Gobierno del Estado, a través de los Secretarios General de Gobierno, Eduardo Ramírez Aguilar y de Educación, Ricardo Aguilar Gordillo, emplazó a los maestros que se encuentran en paro de labores para que accedan a sentarse en una mesa de negociación y se logre alcanzar un acuerdo político, con la finalidad de que regresen a sus aulas lo antes posible, comprometiéndose el Estado a respetar sus derechos laborales.
El secretario de Gobierno señaló que pensar en que una Reforma Educativa pueda zanjarse en una mesa de negociación nacional resulta por demás discutido, ya que los asuntos de cada entidad federativa conforme a la nueva legislación federal deberán discutirse en cada Estado.
Ante ello manifestó la voluntad política del gobierno de Manuel Velasco Coello en dos puntos:
Primero, precisó que la Secretaría de Educación propondrá al Instituto de Nacional de Evaluación Educativa que las evaluaciones sean apegadas no sólo a la legalidad, sino al entorno sociológico, económico en el que se desarrollan los maestros y los alumnos de cada rincón de Chiapas, de acuerdo a sus usos y costumbres, respetando sus derechos laborales en toda la extensión de la palabra.
Segundo, el Estado quiere salvaguardar los derechos de las niñas, niños y jóvenes en donde los grandes perdedores no sean las nuevas generaciones: Queremos que los maestros regresen a las aulas, ya que también tienen obligaciones que cumplir.
Ramírez Aguilar destacó que existen canales de comunicación efectivos que ellos conocen muy bien, es por eso que en este marco de la discusión de la nueva legislación federal sumamos nuestra responsabilidad para discutir en Chiapas una negociación con los maestros y maestras, incluidos los que están o no de acuerdo.
“Los tiempos se agotan, por eso invitamos a los maestros y a los padres de familia a sumarse en un frente común para sacar adelante las próximas generaciones de Chiapas, este Gobierno es sensible y sabrá escuchar y respetar los derechos de cada uno de ellos”, apuntó.
Por su parte, el secretario de Educación exteriorizó su preocupación que ante la negativa del magisterio de regresar a las aulas, en un momento dado se tenga que hacer un ajuste al calendario escolar, por lo que solicitó a los maestros desistir de su actitud y pensar en la educación de los niños, niñas y jóvenes de Chiapas.
Y de aquí surgen preguntas obligadas: ¿Por qué los líderes que manipulan a los maestros paristas se niegan a dialogar con el gobierno, pese a los llamados insistentes de éste?
¿Quiénes son las mentes y los personajes siniestros detrás del paro?
¿Hasta cuándo se seguirá dañando la educación de los niños y jóvenes chiapanecos al amparo de la impunidad que históricamente han gozado los maestros?
Es necesario, inaplazable, poner fin a tanta barbarie.
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