• Asegurando que habla con los dioses mayas, despliega una ostentosa campaña publicitaria porque dice que será el próximo gobernador de Chiapas
• La fundación Chiapas Verde es apócrifa: es el botín político para promocionar la imagen de ese hombre de rostro ovalado y pasado tormentoso
• De trabajar en un antro de San Cristóbal, hoy es un encumbrado político que se enreda de escándalo en escándalo
• Un hombre salió huyendo del motel El Ámbar localizado a unos 50 metros del restaurante Toks del lado oriente de la ciudad. El tipo regordete, en estado de ebriedad, vestía sólo un atrevido bóxer de leopardo. Abordó un taxi y se perdió en la clandestinidad que ofrece la noche. ¿Quién era ese individuo? Rafael Guirao Aguilar.
Húbert Ochoa/Areópago.-
De
escándalo en escándalo, el sedicente (porque no gobierna) alcalde de
Chilón Rafael Guirao Aguilar se ha convertido en un personaje que
acapara la atención de los reflectores y de la opinión pública que,
atónita, observa despilfarros, abusos de poder, impunidad, hipocresía,
jactancia y el valemadrismo de un individuo cuyo pasado
es de miedo. A él le importa un bledo estar en el epicentro de la
tormenta: es más, parece que goza ese hecho.
A
través de una fundación apócrifa (Chiapas Verde) pues carece del
registro oficial de la autoridad competente y viola sus fines originales
ya que no debe ser para el lucro personal ni político, Guirao Aguilar
invierte una cantidad inusitada e incalculable promocionando su imagen
rumbo al 2018, porque abiertamente afirma será el sucesor del gobernador
Manuel Velasco Coello.
Lo
suyo no se trata de simples onanismos mentales. A él los dioses mayas
le han señalado la ruta y, así, Guirao no repara en caminar los
municipios de Chiapas llevando bagatelas que en nada ayudan a solventar
la enorme pobreza que se incrementó en el sexenio pasado cuya herencia,
aparte de la crisis financiera, es de casi 400 mil pobres más.
Pero
¿de dónde salen los fondos para financiar esa dispendiosa campaña
prematura? A saber Guirao no es de una familia de orígenes hacendados.
No hay antecedes suyos que lo ubiquen en un árbol genealógico de riqueza
económica. Hasta antes de su ruidosa incursión en la política era el señor pelagatos
que por mucho tiempo se desempeñó en el antro Las Velas, de San
Cristóbal, en donde sí tuvo un ascenso importante: se inició como
lavaplatos, fue garrotero; luego pasó a sacabolos y terminó siendo
cadenero.
1.-
Guirao Aguilar como alcalde de Chilón tiene un sueldo de 80 mil pesos
al mes en contraste al plan de austeridad delineado por el presente
gobierno para enfrentar el monstruoso boquete monetario que provocó el
saqueo de 2006 a 2012.
Chilón,
el municipio que gobierna en el dicho, recibe alrededor de 700 millones
de pesos anuales incluidas las prerrogativas federales. Es un municipio
tzeltal con enormes índices de analfabetismo y rezago social acumulados
en cincuenta años. Las familias no tienen luz, agua potable, atención
médica y hay niños que todavía mueren de enfermedades curables como la
diarrea.
Las
paradojas insultan. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (CONEVAL) presentó hace unos meses que en Chilón el
91.8 por ciento de la población no tiene acceso a los servicios de
primera necesidad y SEDESOL, por su parte, documentó que hay al menos 56
mil personas carentes de alimentación, por eso está considerado como
uno de los 400 municipios del país en la Cruzada Nacional contra el
Hambre.
El
3 de mayo de 2013, en la antítesis, Guirao Aguilar inauguró usando el
logotipo de su fundación un comedor popular en las inmediaciones del
hospital regional de Tuxtla Gutiérrez para, dijo, asistir a los
familiares con pacientes enfermos en ese nosocomio. Lo mismo hizo en
Tapachula, San Cristóbal y Pichucalco desplegando una explosiva
operación mediática para difundirlo. Incluso allí anunció que pronto,
con dinero de sus ahorros de toda una vida, va a construir albergues
para los pobres. Hoy, sin embargo, al menos el comedor de Tuxtla está
abandonado porque todo fue un embuste más.
El
escándalo que envuelve a Guirao Aguilar llegó al clímax luego de que
el boxeador Juan Manuel Márquez en su pelea contra el estadunidense
Timohy Bradley, en la primera quincena de octubre de 2013, exhibió en
el calzoncillo el logotipo de la fundación ilegal Chiapas Verde para lo
cual recibió un pago de 50 mil dólares. A Guirao igualmente le valieron
madres los cuestionamientos sobre una inversión tan superflua pero
millonaria (pagada en billetes verdes) debido a que en el DIF municipal
de Chilón no hay ni alka seltzer y los vecinos de las comunidades no
tienen para comer.
2.- A
la sombra del tormentoso alcalde Guirao permanece arcano Nemesio Ponce
Sánchez, el gran capo di tutti capi del del sabinato y actualmente
director del hospital Darío Fernández del ISSSTE en la ciudad de México.
En la mira de la Procuraduría General de la República por su
coparticipación en un desfalco de 40 mil millones de pesos a las arcas
públicas de los chiapanecos, es Nemesio Ponce quien aporta la otra parte
a la grosera cruzada proselitista de Rafael Gurao Aguilar porque, sin
duda, también usa los fondos destinados para obra colectiva en el
municipio de Chilón.
Ariel Gómez Séptimo, a quien apodan el chunko negro
por razones manifiestas, hace la función de publirrelacionista de
Rafael Guirao Aguilar. Gómez Séptimo es originario del estado de Hidalgo
de donde vino huyendo por presunto robo de carro. Se incorporó al grupo
de Sabines y en ese régimen fue secretario particular en todos los
encargos que tuvo Nemesio Ponce, pero en la Subsecretaría de Gobierno
fue el alfil para chantajear a los presidentes municipales en el asunto
de la obra pública. Era mensajero de Nemesio con el ex gobernador de
Oaxaca José Murat.
Es
Séptimo el cerebro de la campaña de Guirao: le ha fabricado las
estrategias y lo sienta con los dueños de diarios del estado y de
estaciones de radio para amarrar los contratos multimillonarios de
publicidad. Y es Séptimo quien pregona que a la espalda de Guirao está
su jefe Nemesio Ponce.
En
los inicios de 2013 un tráiler que transportaba juguetería de dudosa
procedencia fue confiscado en Villahermosa. Era para Guirao y lo había
costeado Nemesio Ponce Sánchez.
La
apuesta de Ponce Sánchez y de la pandilla que lidera (entra la que
destacan Mauricio Perkins Cardoso y los hermanos Antonio y Alejandro
Gamboa López) es al retorno al poder. Guirao les ha vendido la idea de
que la gubernatura en 2018 la tiene en la bolsa y por eso el dinero
robado en seis años va, desde ahora, para ese proyecto de rostro
ovalado, figura tosca, pelo lacio y hablar trastabillado.
BOCHORNOSO
El mes pasado un hombre salió huyendo del motel El Ámbar
localizado a unos 50 metros del restaurante Toks del lado oriente de la
ciudad. El tipo regordete, en estado de ebriedad, vestía sólo un
atrevido bóxer de leopardo. Abordó un taxi y se perdió en la
clandestinidad que ofrece la noche.
¿Quién era ese individuo? Rafael Guirao Aguilar.
En
los albores de diciembre, miles de chilonenses bloquearon la carretera
que conduce a las cascadas de Agua Azul para exigir el desafuero, la
investigación y el encarcelamiento de Gurao Aguilar, si procede, porque
ya están hartos de su ola propagandística mientras el pueblo sigue
inmerso en la pobreza.
El
mismo día de la marcha, una avioneta volaba los cielos de la zona norte
repartiendo folletos con la efigie de Guirao Aguilar. También ha
empleado esa mecánica en las zonas Soconusco y Sierra exhibiendo los
grados preocupantes que ha alcanzado su demencia.
La
obsesión de Guirao Aguilar se extralimitó a partir del mes de junio. En
Salto de Agua participó en una reunión esotérica. Aunque hay quienes
aseguran que aquel encuentro fue un conciliábulo de brujos, Guirao dijo
que ese día había hablado con los dioses mayas y ellos le habían dicho
que será el próximo gobernador de Chiapas.
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