sábado, 8 de febrero de 2014

Campaña de terror desde twitter y Facebook


 

• Troles sembraron una psicosis de miedo entre los tuxtlecos por presunta aparición de banda dedicada a la sustracción de órganos de niños y jóvenes


• Se aclaran casos: el muchacho del COBACH, asesinado por asunto de pandilla; la chica Melisa no estaba secuestrada, andaba de fiesta…


           Rafael Díaz/Areópago.
            
        El domingo 26 de enero de 2014  un puñado de personas tomó por asalto las calles de Tuxtla para protestar por la “inseguridad”. La víspera, a través de las redes sociales y en cuentas apócrifas (las que controlan los llamados troles para difamar, meterse en la vida personal de los políticos y alterar la paz social como es el caso) se lanzó la sorpresiva cuanto truculenta convocatoria luego de que, en días pasados, Jonathan Abraham Hernández Pinzón, estudiante del Colegio de Bachilleres plantel 35 de Tuxtla, fue asesinado a golpes.
           Oportunamente, las autoridades encargadas de la prevención y persecución de los delitos en Chiapas salieron al paso de los rumores que ligaban el crimen del muchacho con un presunto tráfico de órganos.
            Así, el abogado de los chiapanecos, Raciel López Salazar, descartó de forma categórica la versión que circuló en redes sociales y que señalaba la presencia de una supuesta banda delictiva dedicada al secuestro de menores y sustracción de órganos en la entidad.
En entrevista con Areópago, el funcionario estatal detalló que en relación al homicidio del joven estudiante del COBACH 35, Jonathan Abraham Hernández Pinzón, se trató de un asunto de pandillerismo, toda vez que el probable responsable ya se encuentra plenamente identificado por lo que trabajan arduamente en su localización.
“Este lamentable homicidio no tiene que ver con una supuesta sustracción de órganos. Es importante dejar claro que el joven perdió la vida a consecuencia de heridas provocadas en rostro, pecho y brazos con arma blanca, pero no hay sustracción de órganos. El cuerpo se encontraba completo”, reveló.
Agregó que el audio que circuló en redes sociales y a través del cual una voz femenina pide a la ciudadanía extremar precauciones por la presencia de esta inexistente facción de secuestradores y sustractores de órganos, no abona al clima de paz que prevalece en la entidad y, por el contrario, genera psicosis social.
“El llamado es a hacer caso omiso a estos rumores. La autoridad tiene el compromiso de atender todas las denuncias e investigar de manera profesional. Hasta este momento no hay indicio alguno que permita considerar estos dichos, por lo que está completamente descartado”, reiteró.
Igualmente dio a conocer que la Fiscalía Especial de Homicidios dirige las investigaciones por la muerte del joven de 17 años, por lo que ha escuchado en declaración ministerial a diversos testigos quienes coincidieron en señalar a un sujeto que cuenta con antecedentes penales por pandillerismo y lesiones, mismo ya se encuentra plenamente identificado.
Ante ello, elementos de la Policía Especializada ejecutaron una orden de cateo en el domicilio del probable responsable, ubicando una identificación a su nombre y el arma blanca con la cual perpetró el crimen.
El viernes 24 de enero, el asesinato de Jonathan Abraham fue resuelto, ya que  elementos coordinados de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y de la Policía Fuerza Ciudadana de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) detuvieron a Orsué Cruz Gutiérrez, homicida confeso del joven. La aprehensión fue la mañana de ese 24 en la colonia Octavio Paz  del municipio de Tapachula. 
De acuerdo a la indagatoria de la Fiscalía Especial en Investigación del Delito de Homicidio, el presunto responsable pretendía cruzar la frontera con la finalidad de huir de la acción de la justicia. Cuenta con 19 años de edad y es originario de Tuxtla Gutiérrez, quien confesó haber privado de la vida a la víctima bajo los efectos de la mariguana y el thiner.

NO ESTABA MUERTA…ANDABA DE PARRANDA
Otro caso es el de la chica Melisa Vargas, de 17 años de edad, cuyos familiares la reportaron la noche del domingo 26 de enero en calidad de secuestrada. Eso motivó la inmediata reacción de los cuerpos policiales. La Procuraduría de Justicia y otras entidades de seguridad, incluso la Unidad de la Policía Municipal contra la Violencia Familiar y Violencia de Genero de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, coordinaron labores de inteligencia porque la seguridad de los chiapanecos es una prioridad que no admite torpezas, lentitud o indolencia.
Melisa regresó su domicilio en perfectas condiciones físicas y mentales. Llegó el lunes 27, 24 horas después de su presunto plagio,  alrededor de las 13 horas. Se había ido a Suchiapa  por su propia cuenta. Aquí aplica el dicho popular “no andaba muerta: andaba de parranda”.  Horas antes, sin embargo,  el Facebook y  twitter se emplearon para generar un escándalo en un perverso contraste a la realidad.
En la manifestación del domingo 26 de enero, (obviamente manipulada), fue curioso observar a una mujer con una pancarta cuya leyenda decía: “ALTO A LA MATANZA DE NIÑOS Y JÓVENES”. Al leer esto uno queda azorado ante los niveles de maldad y desinformación que estimulan grupos que, desde la oscuridad, le siguen apostando a la anarquía como botín político. Y uno se pregunta indignado ¿¡cual matanza, por Dios?!
El ilusionismo mental (manipulación) es el arma que de buen tiempo atrás explotan aquellos que desean ver un Chiapas en llamas porque así conviene a sus intereses políticos, personales y de camarillas.
Es axiomático que los últimos eventos (el del estudiante asesinado por una cuestión de pandilla y la muchacha que andaba de fiesta y no estaba plagiada) se han desvirtuado malévolamente y se concatenan a esa cruzada de terror que incitan los adoradores  de la subversión y de la ingobernabilidad, los mismos que dibujan un estado totalmente opuesto a su contexto.
A finales de 2013, durante la 35 Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto y en la que estuvo presente el gobernador Manuel Velasco Coello, Chiapas fue reconocido como uno de los estados más seguros del país por el Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, único estado del país que recibe tal certificación internacional. Chiapas es uno de los tres estados más seguros de la república, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, que lo coloca en primer lugar nacional con menor número de delitos por ciudadano y también como primer lugar nacional con el menor número de hogares víctimas del delito.
 El antídoto contra la manipulación es la conciencia. Los ciudadanos debemos estar alertas y aguzar todos los sentidos para captar los golpes alteros de la manipulación y de quienes lanzan esos golpes. Debemos aprender a pensar con rigor y tener agilidad mental que nos permita dilucidar siempre nuestro escenario para así cerrar el paso a los libertinos y embusteros de la política que se frotan las manos porque a Chiapas retornen las horas de angustia y desunión.

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