• Troles sembraron una psicosis de miedo entre los tuxtlecos por presunta aparición de banda dedicada a la sustracción de órganos de niños y jóvenes
• Se aclaran casos: el muchacho del COBACH, asesinado por asunto de pandilla; la chica Melisa no estaba secuestrada, andaba de fiesta…
Rafael Díaz/Areópago.
El domingo 26 de enero de 2014 un puñado de personas tomó por asalto las
calles de Tuxtla para protestar por la “inseguridad”. La víspera, a través de
las redes sociales y en cuentas apócrifas (las que controlan los llamados troles
para difamar, meterse en la vida
personal de los políticos y alterar la paz social como es el caso) se lanzó la
sorpresiva cuanto truculenta convocatoria luego de que, en días pasados, Jonathan
Abraham Hernández Pinzón, estudiante del Colegio de Bachilleres plantel 35 de
Tuxtla, fue asesinado a golpes.
Oportunamente, las
autoridades encargadas de la prevención y persecución de los delitos en Chiapas
salieron al paso de los rumores que ligaban el crimen del muchacho con un
presunto tráfico de órganos.
Así, el abogado de los
chiapanecos, Raciel López Salazar, descartó
de forma categórica la versión que circuló en redes sociales y que señalaba la
presencia de una supuesta banda delictiva dedicada al secuestro de menores y
sustracción de órganos en la entidad.
En entrevista con Areópago, el funcionario estatal
detalló que en relación al homicidio del joven estudiante del COBACH 35,
Jonathan Abraham Hernández Pinzón, se trató de un asunto de pandillerismo, toda vez que el probable
responsable ya se encuentra plenamente identificado por lo que trabajan
arduamente en su localización.
“Este lamentable homicidio no tiene que ver con una
supuesta sustracción de órganos. Es importante dejar claro que el joven perdió
la vida a consecuencia de heridas provocadas en rostro, pecho y brazos con arma
blanca, pero no hay sustracción de órganos. El cuerpo se encontraba completo”,
reveló.
Agregó que el audio que circuló en redes sociales y
a través del cual una voz femenina pide a la ciudadanía extremar precauciones por
la presencia de esta inexistente facción de secuestradores y sustractores de
órganos, no abona al clima de paz que prevalece en la entidad y, por el
contrario, genera psicosis social.
“El llamado es a hacer caso omiso a estos rumores.
La autoridad tiene el compromiso de atender todas las denuncias e investigar de
manera profesional. Hasta este momento no hay indicio alguno que permita
considerar estos dichos, por lo que está completamente descartado”, reiteró.
Igualmente dio a conocer que la Fiscalía Especial
de Homicidios dirige las investigaciones por la muerte del joven de 17 años,
por lo que ha escuchado en declaración ministerial a diversos testigos quienes
coincidieron en señalar a un sujeto que cuenta con antecedentes penales por
pandillerismo y lesiones, mismo ya se encuentra plenamente identificado.
Ante ello, elementos de la Policía Especializada
ejecutaron una orden de cateo en el domicilio del probable responsable,
ubicando una identificación a su nombre y el arma blanca con la cual perpetró
el crimen.
El viernes 24 de enero, el asesinato de Jonathan
Abraham fue resuelto, ya que elementos
coordinados de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y de la
Policía Fuerza Ciudadana de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana
(SSyPC) detuvieron a Orsué Cruz Gutiérrez, homicida confeso del joven. La
aprehensión fue la mañana de ese 24 en la colonia Octavio Paz del municipio de Tapachula.
De acuerdo a la indagatoria de la Fiscalía Especial
en Investigación del Delito de Homicidio, el presunto responsable pretendía
cruzar la frontera con la finalidad de huir de la acción de la justicia. Cuenta
con 19 años de edad y es originario de Tuxtla Gutiérrez, quien confesó haber
privado de la vida a la víctima bajo los efectos de la mariguana y el thiner.
NO
ESTABA MUERTA…ANDABA DE PARRANDA
Otro caso es el de la chica Melisa Vargas, de 17
años de edad, cuyos familiares la reportaron la noche del domingo 26 de enero
en calidad de secuestrada. Eso motivó la inmediata reacción de los cuerpos
policiales. La Procuraduría de Justicia y otras entidades de seguridad, incluso
la Unidad de la Policía Municipal contra la Violencia Familiar y Violencia de
Genero de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, coordinaron labores de
inteligencia porque la seguridad de los chiapanecos es una prioridad que no
admite torpezas, lentitud o indolencia.
Melisa regresó su domicilio en perfectas
condiciones físicas y mentales. Llegó el lunes 27, 24 horas después de su
presunto plagio, alrededor de las 13
horas. Se había ido a Suchiapa por su
propia cuenta. Aquí aplica el dicho popular “no andaba muerta: andaba de
parranda”. Horas antes, sin
embargo, el Facebook y twitter se emplearon para generar un
escándalo en un perverso contraste a la realidad.
En la manifestación del domingo 26 de enero,
(obviamente manipulada), fue curioso
observar a una mujer con una pancarta cuya leyenda decía: “ALTO A LA MATANZA DE
NIÑOS Y JÓVENES”. Al leer esto uno queda azorado ante los niveles de maldad y
desinformación que estimulan grupos que, desde la oscuridad, le siguen
apostando a la anarquía como botín político. Y uno se pregunta indignado ¿¡cual
matanza, por Dios?!
El ilusionismo mental (manipulación) es el arma que
de buen tiempo atrás explotan aquellos que desean ver un Chiapas en llamas
porque así conviene a sus intereses políticos, personales y de camarillas.
Es axiomático que los últimos eventos (el del
estudiante asesinado por una cuestión de pandilla y la muchacha que andaba de
fiesta y no estaba plagiada) se han desvirtuado malévolamente y se concatenan a
esa cruzada de terror que incitan los adoradores de la subversión y de la ingobernabilidad,
los mismos que dibujan un estado totalmente opuesto a su contexto.
A finales de 2013, durante la 35 Sesión del Consejo
Nacional de Seguridad Pública que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto y
en la que estuvo presente el gobernador Manuel Velasco Coello, Chiapas fue
reconocido como uno de los estados más seguros del país por el Instituto Karolinska
de Estocolmo, Suecia, único estado del país que recibe tal certificación
internacional. Chiapas es uno de los tres estados más seguros de la república,
de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad
Pública, que lo coloca en primer lugar nacional con menor número de delitos por
ciudadano y también como primer lugar nacional con el menor número de hogares
víctimas del delito.
El antídoto contra la manipulación es la
conciencia. Los ciudadanos debemos estar alertas y aguzar todos los sentidos
para captar los golpes alteros de la manipulación y de quienes lanzan esos
golpes. Debemos aprender a pensar con rigor y tener agilidad mental que nos
permita dilucidar siempre nuestro escenario para así cerrar el paso a los libertinos
y embusteros de la política que se frotan las manos porque a Chiapas retornen
las horas de angustia y desunión.
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