miércoles, 2 de julio de 2014

La otra guerra del gobierno…



  • Operativos de la policía no sólo contra el crimen organizado: también contra la trata de personas, los deshuesaderos, casas de empeño y hasta en la Zona Galáctcia
  • La clausura del desplumadero La Palapa del negro, un hit policial; era propiedad del ex alcalde Yassir Vázquez Hernández, quien jura a los cuatro vientos que pronto volverá a abrirlo

Ruperto Portela Alvarado/Areópago.
Una de las preocupaciones de los gobiernos, cualesquiera que este sea, federal, estatal o municipal, es la de mantener la tranquilidad social, el combate a la delincuencia, la violencia y el respeto de los derechos humanos. Chiapas por lo menos está en los primeros rubros de atención a la ciudadanía al mantener en bajos perfiles el problema delincuencial en comparación con otras entidades de la república; pero eso, digamos, no es suficiente.
Con certeza y de manera mediática se ha influenciado en la ciudadanía de que el gobierno estatal de Manuel Velasco Coello está operando por un lado en la prevención del delito y por otro en el combate a la delincuencia. La calificación que se le impongan a estas acciones será responsabilidad de la misma sociedad  que es la que nunca se equivoca. Quiero creer que la realidad de los operativos supera nuestras suspicacias.
Uno de los programas lanzados recientemente en este sentido es el de la Policía y el Centro especializado de Denuncia Anónima “Fuerza Ciudadana” que está arrojando buenos resultados. Pero no por eso hay que echar las campanas al vuelo, ya que la delincuencia no descansa. Habría que darles el voto de confianza al gobierno y a la Procuraduría General de Justicia del Estado, en relación a este programa.
Viene a cuento todo este choro mareador por los operativos que recientemente ha realizado la PGJE de Chiapas en conjunto con la Fiscalía Especializada en Atención a los Delitos en Materia de la Trata de Personas (FEADMTP); la Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada (FECDO); Fiscalía de Distrito Metropolitano; Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPyPC) y la Secretaria de Seguridad Pública Municipal. Creo a mi buen entender, que también debería participar un representante de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, si es que sirven para algo.
Hace algunas semanas se llevó a cabo un primer operativo para detectar irregularidades en 22 Casas de Empeño y 15 deshuesaderos de vehículos, de los que ya no se informó de la situación jurídica reglamentaria de cada uno de estos. Extraoficialmente se dio a conocer que solo dos deshuesaderos resultaron con irregularidades que luego fueron solventadas. En este sentido se supo que donde hubo irregularidades fue en la Secretaría de Seguridad Pública, donde el titular quiso sacar provecho de la situación.
El otro operativo que se dio a conocer fue el realizado en la zona de tolerancia La Galáctica, localizada en la carretera Tuxtla-Chiapa de Corzo. El comunicado oficial señaló:
“La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), informó que en el marco de diversos operativos este miércoles fueron clausurados nueve establecimientos que operaban de forma irregular en la zona de tolerancia conocida como “La Zona Galáctica”. Lo anterior, luego de practicar una diligencia de cateo en el bar “La Tapatía”, una cantina innominada, y en las cocinas económicas “Doña Belli”, “Nancy”, “Rosita”, “Elenita”, “Valeria”, “Anita” y “Alejandro”.
En estas acciones fueron clausurados los comercios por no contar con licencia para la venta de bebidas alcohólicas, permisos de factibilidad de uso de suelo, licencia de funcionamiento y por no cumplir con las medidas sanitarias. Además, en el establecimiento denominado “Alejandro” fueron localizados dos menores, uno de ellos se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas, por lo que se procedió a la detención de la propietaria, Eulogia Fuentes González. Cabe destacar que el Código Penal vigente en el estado afirma que por el Delito en Materia Sanitaria se impondrá prisión de uno a cinco años y de 50 a 200 días de multa a quien permita la venta ilícita de bebidas alcohólicas a las personas que no hayan alcanzado los 18 años de edad”. Lo que no quedó claro es si también quedaron clausurados los centros nocturnos y la misma Zona Galáctica.
En otro operativo, se le cayó por sorpresa al cuestionado centro botanero “El Negro”, del que siempre se dijo que su propietario era el ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez, SETH YASSIR VÁZQUEZ HERNÁNDEZ, el de los 260 millones de pesos destinados a la obra de remodelación del primer cuadro de la capital, bautizada como “Viva el Centro”, que dicho de paso resultó un rotundo fraude.
Ya se comentaba en secreto a voces que en ese lugar esquilmaban a la gente y que también se distribuía droga al menudeo; por eso resulta extraño que no se haya intervenido por la autoridad judicial, municipal y de salud pública desde hace mucho tiempo atrás. Esto fue lo que dijo la parte oficial de ese operativo:
“Derivado de un operativo interinstitucional encabezado por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), este jueves fue clausurado el establecimiento conocido como la “Palapa del Negro”, al detectarse que operaba de forma irregular. Lo anterior, en el marco de una diligencia de cateo realizada en la 3ª. Poniente, entre 5ª. y 6ª. Norte, en la colonia Centro de la capital chiapaneca.
La Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada (FECDO) dio a conocer que en el lugar fueron encontradas 58 dosis de polvo blanco, con las características propias de la cocaína. Por otra parte, la Secretaría de Salud Municipal clausuró el negocio por incumplimiento de Medidas de Higiene y Seguridad, y por su ubicación próxima a una Institución Pública.  Estas acciones se efectuaron de acuerdo a la Ley de Salud, en Materia de Establecimientos que Expendan o Suministren Bebidas Alcohólicas.
En el operativo participaron la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), en coordinación con la Secretaría de Salud, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Secretaría de Seguridad Pública Municipal, y Protección Civil Municipal”.
 
NO HAY COMISIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS…
Si de algo hay que desconfiar después de los políticos, la policía, el aparato de administración de justicia, entre otros, es de la instancia responsabilizada para la defensa de los derechos humanos que una vez por presión, allá por 1990 creó a nivel nacional el entonces presidente de la república, Carlos Salinas de Gortari. Pero en Chiapas ésta no es la excepción, pues desde la creación de esa estructura estatal por Patrocinio González Garrido y el nombramiento de Alberto de la Rosa Salazar, no ha servido para lo más mínimo.
Es cierto: Hay una Comisión o un Consejo, según se le quiera denominar, pero en realidad no existe la defensoría de los derechos humanos porque el aparato está ligado a las decisiones oficiales y son más bien unos empleados del gobierno a los que nombró el Poder Legislativo por instrucciones directas. Lo vimos con el ex gobernador PABLO SALAZAR MENDIGUCHÍA que quiso –y lo logró—imponerse a las decisiones del ombudsman, PEDRO RAÚL LÓPEZ HERNÁNDEZ e impuso para su beneficio a un incondicional como JUAN CARLOS MORENO GUILLÉN, quien se caracterizó en su “calidad” de presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos como un testaferro de “Su Majestad de Soloyó”.
La historia reciente del Consejo Estatal de los Derechos Humanos que construyó y fraguó el entonces gobernador JUAN JOSÉ SABINES GUERRERO, poniendo y disponiendo de los cargos y posiciones de cada uno de los integrantes de esa institución, ya es sabida por todos los chiapanecos, pues libraron una lucha intestina por el poder político y el control del presupuesto al interior del Consejo que llevó a su desaparición, dejándolo en una total descrédito.
La situación no es diferente con la llegada de JUAN OSCAR TRINIDAD PALACIOS a la nueva Comisión Estatal de Derechos Humanos porque es un político chapado a la usanza tradicional de la genuflexión al Poder Ejecutivo. Hasta la fecha lleva escasos cinco meses en funciones desde que tomó posesión de la presidencia de la CEDH el 30 de enero de este 2014. Se podría decir que la CEDH en Chiapas no se ve, porque, como el árbitro en el partido, todo está bien y no hay por qué intervenir. Pero eso no es cierto, porque la realidad –en realidad—es otra.
Juan Oscar Trinidad Palacios no es precisamente un político calificado; es más bien un afortunado político, parodiando al profesor Carlos Hank González porque el turulo sí tiene dinero. Por eso ya fue presidente del CDE del PRI, diputado local (líder cameral); diputado federal y en sus inicios director de Transportes de Chiapas, entre otros cargos. Es circunstancial que después de estar en el ostracismo político, regrese como magistrado y presidente del Tribunal del Servicio Burocrático del Poder Judicial del Estado y de ahí saltar a la presidencia de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de la entidad.
Aunque a estas alturas del partido la Comisión Estatal de los Derechos Humanos no se ve en los hechos, habría que darle el beneficio de la duda a mi amigo Juan Oscar Trinidad Palacios en su proceder como presidente de este organismo, pues bien saben todos los que lo conocen que el tonalteco no sabe nada de los protocolos de los derechos humanos…

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