- Asesinatos, asaltos, robos y desorden gubernamental sacuden a la ciudad ante la incompetencia del alcalde Samuel Chacón Morales
- Con Chacón se repite la historia de desastre que iniciaron los ex delincuentes Ángel Barrios Zea y Emanuel Nivón González; urgen la intervención del Congreso local
Carlos Urze/Areópago.-
En Tapachula creen que una
maldición cayó sobre el pueblo porque en los últimos trienios han
gobernado hombres corruptos y mitómanos. Lo que ocurre allá no se trata
de una tragicomedia sino de una realidad punzante que tiene ofendidos a
los ciudadanos cuya única esperanza está puesta en los diputados del
Congreso local. Sólo ellos pueden poner remedio al desorden actual.
Alexis Chacón Morales es un alcalde que sólo ha dado continuidad a la obra repugnante
de sus más célebres antecesores como Ángel Barrios Zea y Emanuel Nivón
González. Él, Chacón, es el prototipo de ambos por ser responsable del
caos que abraza a Tapachula, zona estratégica porque es puerta de
entrada y salida a Centroamérica y a la que, como nunca antes, se le ha
dado importancia en los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Manuel Velasco
Coello.
Más ocupado en sus onanismos mentales que lo ubican en una diputación federal o aunque sea local,
Chacón ha descuidado su deber elemental y constitucional que es servir a
los tapachultecos. Esa grave omisión tiene de cabeza al Ayuntamiento, a
los ciudadanos a punto de la rebelión y la ciudad inundada de basura,
de vicio y prostitución, de ambulantes, de baches, de inseguridad, de
ríos de aguas negras y de obras inconclusas, además de los barruntos de
una corrupción galopante y escandalosa en el erario.
El infierno se inició con Ángel Barrios Zea. Llamado por sus conciudadanos el ángel del mal
y muy cercano al tirano Pablo Salazar Mendiguchía, Barrios fue detenido
en los primeros días de marzo de 2008 por policías ministeriales de
Chiapas y de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal. Se volvió
prófugo desde el 18 de octubre de 2007 luego de ser desaforado por
implicarse en los delitos de peculado, ejercicio indebido del servicio
público y asociación delictuosa, ya que nunca pudo comprobar el uso de
111 millones de pesos.
La orden de aprehensión emitida por el
juzgado primero de lo penal contra Barrios Zea se ejecutó al salir del
inmueble 202 de la calle Lope de Vega, en la colonia Polanco de la
capital del país, donde se ocultaba. Tras su detención de inmediato es
trasladado al penal El Amate, en el municipio de Cintalapa.
La primera denuncia presentada por el
Órgano Superior de Fiscalización en 2005 fue porque el ex alcalde no
justificó el fin de 31 millones de pesos y luego el mismo Órgano acumuló
una nueva querella por 80 millones, pertenecientes al municipio de
Tapachula. Las pesquisas también se orientaron a Griselda Gómez Ventura y
Antonio Gutiérrez Meneses, tesorera y director de obras públicas,
respectivamente, de Barrios Zea.
En ese entonces el Ministerio de
Justicia formó una unidad especial para investigar el paradero del
tránsfuga en la ciudad de México, Puebla, Cuatitlán Izcalli, Toluca,
Metepec, Tijuana, Monterrey, Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y Guatemala.
El ejemplo de desvergüenza se repitió
con el panista Emanuel Nivón González, otro de los consentidos del
sabinato al lado de Nemesio Ponce Sánchez, el tipo que de chofer de una
ambulancia en un hospital de la Ciudad de México en esos seis años fue
el poder tras el trono. En la lista de los nuevos ricos que dejó ese
sexenio sobresalen Yassir Vázquez Hernández y Alejandro Gamboa López,
quien alimentaba a su perra Lola con salmón ahumado cuando él no tenía ni para comer antes de participar en la rapiña.
En tanto Yassir Vázquez llegaba a beber cerveza a la cantina El tubazo,
en el lado norte oriente de la ciudad, en donde pedía botanas de
carraca y escuchaba los discos de una vetusta rocola. Sus canciones
preferidas eran de Paulina Rubio y El Buky Marco Antonio Solís. En día
es un próspero empresario.
Borracho y al salir de El jacalito,
una taberna de mala muerte de Tapachula, Nivón fue apresado el 24 de
marzo de 2013 pues amenazó de muerte e intentó sobornar al comandante de
la policía municipal tapachulteca Carlos Rosales Amaya. Rosales no era
un policía cualquiera, sino el que indagaba a Nivón por la venta de 70
vehículos inservibles, por 140 mil pesos, a una misma persona durante la
gestión del panista y entre los cuales se hallaron cuatro en buen
estado.
Famoso por su cinismo ya que dejó
únicamente cinco pesos en las arcas municipales y a los tapachutecos una
deuda de 504 millones de pesos, Nivón recibió un nuevo auto de formal
prisión por parte del juez primero del ramo penal con sede en El Amate,
ahora por los delitos de peculado, ejercicio ilegal del servicio público
y asociación delictuosa.
La acción del juez derivó de la
averiguación previa FEFP/006/201 que se integró tras la denuncia del
Órgano de Fiscalización Superior del Congreso local, que encontró daños
al erario por 69 millones 526 mil 374 pesos durante el ejercicio fiscal
2011.
CHACÓN: BAJO SOSPECHA
El camaleónico Alexis Chacón Morales
ejerce un gobierno déspota y enredado en las sospechas. Hoy ha pintado
todos los edificios públicos y muchas bardas de color verde, pero hasta
no hace mucho presumía una militancia de corazón y su lealtad al PRI,
partido que le dio todo: los cargos públicos para la impunidad y para el
disfrute del poder.
Sergio Alberto Carvajal Robles,
dirigente del sindicato de trabajadores de municipio puso el dedo en la
llaga: Se está repitiendo la misma historia de pillaje y de abusos que
agravian a los ciudadanos.
En Tapachula lo mismo hay calles
desastrosas e intransitables (son miles de calles en esas condiciones)
que asesinatos, robos y asaltos en plena ciudad debido a la creciente
incompetencia del alcalde. En las últimas 48 horas del mes de marzo de
2014 ejecutaron a tiros a dos personas, una de ellas en el atraco al
Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula, además de que
cuatro agentes de la policía municipal fueron encarcelados por su
implicación con la delincuencia.
Es tal la descomposición originada por
el vacío de autoridad que el Procurador de Justicia, Raciel López
Salazar, se ha trasladado a la circunscripción para encabezar las
labores de inteligencia y de protección a la sociedad.
Fuentes que han solicitado la
confidencialidad señalan que, tras la detención de los agentes
municipales, es muy probable que se enderece una profunda investigación,
con lupa, al alcalde Chacón Morales. Hay sospechas de que él mismo
podría estar tolerando las actividades delincuenciales pues, incluso,
sus agentes municipales usan vehículos sin placas, con cristales
polarizados y de dudosa procedencia y el colmo es que hasta las
dependencias municipales (caso del COAPATAP) han sido asaltadas.
A finales de junio de 2014, por manejar
en estado de ebriedad, el chofer del camión recolector de basura del
ayuntamiento municipal, José Luis Méndez Cabrera, golpeó una camioneta
marca Trac color arena, causándole severos daños. El propietario de la
camioneta, Ariel Castañeda, dijo que la unidad estaba estacionada frente
a su hogar en la colonia Infonavit Xochimilco de esta ciudad.
El ebrio chofer, lejos de admitir su
culpa o comportarse con prudencia, advirtió que él era muy influyente y
que tenía todo el apoyo de su jefe el alcalde Samuel Alexis Chacón
Morales, y lanzó amenazas de muerte sobre el propietario del vehículo
destrozado y de todos los vecinos.
Eso aparentemente es un simple affaire
protagonizado por un borracho, pero no lo es: refleja los niveles
alarmantes que ha alcanzado la ausencia de autoridad en Tapachula y que
el Congreso del Estado debe frenar para garantizar la salud política y
social de esa valiosa región.
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