martes, 19 de noviembre de 2013

TRECE SUR



¿TOLERANCIA O LIBERTINAJE?



       A partir de 1996 se celebra en el mundo cada 16 de noviembre el Día Internacional de la Tolerancia. Ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, los Jefes de Estado y de Gobierno que acordaron observar esta fecha reafirmaron también su compromiso de fomentar el bienestar, la libertad y el progreso de los seres humanos en todas partes, así como de alentar la tolerancia, el respeto, el diálogo y la cooperación entre diferentes culturas, civilizaciones y pueblos.
Es un bello precepto como puede apreciarse. En los hechos, sin embargo, hay una interpretación deliberadamente maniática sobre los alcances de la palabra porque, desafortunadamente, la tolerancia es el pretexto en estos tiempos para la lujuria de poder, el libertinaje político, la intransigencia y el abuso de unos sobre otros.
       Podríamos sucumbir en un debate inagotable y testarudo porque, reza perfectamente el dicho, cada quien habla como le va en la feria. Imposible negar que el antónimo de tolerancia se impone hoy como una moda grotesca, irracional, paradójica, que expone con crudeza la contaminación que corroe a nuestras sociedades en el mundo, efecto colateral de la globalización.
Seguramente no hay nada que celebrar ni de que alegrarnos. Todo lo contrario. La tolerancia se ha convertido en una válvula de escape del sectarismo con sus ingredientes de atropellos hacia los demás y quebrantamiento del Estado de Derecho y de las leyes.
      No tenemos que ir muy lejos para descubrir cómo se ha transformado la tolerancia en intolerancia. Si nos causa horror observar cómo en países de África, Oriente Medio o Asia, por ejemplo, la crueldad, el autoritarismo y la discriminación son jinetes apocalípticos, en Chiapas la sociedad es víctima indefensa de la obcecación de un puñado de maestros que desde tiempo atrás han confundido la libertad con el libertinaje para dar rienda suelta al ultraje y a la locura.
       Al amparo de esa tolerancia que la ONU promociona como una visa de respeto entre los semejantes, líderes de la CNTE mantienen en un cautiverio forzoso a los chiapanecos con el argumento falaz de que la Reforma Educativa daña sus derechos laborales y constitucionales, no obstante que tal Reforma es inequívocamente el mejor instrumento para transformar al país a través de una educación de calidad, ya que abrirá el camino para actualizar los métodos de enseñanza y ajustar las asignaturas a los tiempos actuales.
       La inclusión de internet y de herramientas digitales en la enseñanza es una de las innovaciones presentes en la mayoría de las reformas educativas que se impulsan en la actualidad. Para que el país avance necesita, con carácter de impostergable, una educación apta a la época y a los cambios integrales en el concierto mundial. La postura de los líderes de la CNTE es, por tanto, inicua y criminal, atentatoria contra los intereses de la nación y contra el derecho elemental de los niños y jóvenes de este país de recibir una educación de calidad.
       Queda a los ojos de todos que los orígenes del movimiento son otros: las canonjías, las luchas por los liderazgos internos, las parcelas políticas, el miedo de perder privilegios alcanzados a base del chantaje y de la coacción de tiempo atrás.
Así pues la tolerancia es sólo una mera referencia que una turba de salvajes la ha convertido en el mejor señuelo para luchar por sus más abominables beneficios, no a favor de la educación ni de los maestros.
       Los maestros sólo son el cebo perfecto en esta lucha irracional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario