El día D…

 

• Se avecina el congreso del magisterio federal: 
 ¿qué pasará si las corrientes no se ponen de acuerdo? 

•  Sin la figura ni el manipuleo de la ex guerrera Gordillo, los maestros hoy tienen más libertad

• ¿Podrá el delegado Rangel garantizar el orden en el Congreso?; se acercan días de definiciones

           Rafael Díaz/Areópago

          Juan Manuel Armendáriz Rangel, el delegado especial de la Sección 7 que llegó a Chiapas enviado por el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE a principios de mayo de 2012, posee en sus manos una tarea de cirujano. No es por supuesto misión imposible como el thriller cinematográfico de Tom Cruise, sino sacar adelante el  congreso seccional que alumbrará un nuevo liderazgo en el magisterio federalizado.

     Los trabajos están en marcha luego de que en días pasados se emitió la convocatoria. 27 y 28 de junio son dos fechas clave porque esos días los más de 35 mil docentes del sistema federal elegirán a la estructura gremial a través de 835 delegados efectivos.

         Con una experiencia sindical cultivada en distintas secciones del SNTE, ya sea como delegado o dirigente, Rangel busca una candidatura de unidad que, de conseguirla, catapultaría sus bonos en el universo político del magisterio nacional.

         Durante un año Rangel ha logrado conservar la gobernabilidad en la Sección 7, una sección cuya historia ciertamente está asociada a la corrupción, las imposiciones, la intolerancia y el saqueo de los recursos de la base trabajadora. Mantiene un cabildeo eficaz y sabe escuchar, algo que pocos hicieron cayendo en el autoritarismo y la complicidad con grupos de choque.

          ¿Porqué no podría haber una candidatura de unidad? Se puede y eso lo sabe Rangel por eso trabaja en ello. Si bien el magisterio es un sector polarizado por la variedad de intereses de las corrientes que lo componen, también es necesario puntualizar que se trata de un sector de sujetos pensantes que puede avanzar en la unidad respetando la heterogeneidad, porque solo los seres del mundo zoológico disipan sus controversias usando la fuerza.

          La autonomía es otra condición que tiene a su favor el delegado Rangel. Sin el abusivo manipuleo que ejercía la ex guerrera Elba Esther Gordillo Morales, los maestros están en plena libertad de votar a su cuadro representativo exentos de presiones de naturaleza alguna. Ahora pueden ponerse de acuerdo más allá de las amenazas de muerte, del control hegemónico repartiendo cañonazos de dinero, de la persecución y acechanza encubiertas que en un pasado no muy lejano parieron liderazgos espurios e impugnados por la mayoría gremial que, asimismo, detonaron las revueltas en ese conglomerado desacreditando el noble apostolado de la enseñanza.

          A lo largo del tiempo la Sección 7 se ha desgranado en al menos 22 expresiones. La pluralidad es sana, no la violencia. Claro que las distintas voces pueden coincidir en un  mismo fin, que es mejorar su organización y por ende garantizar las conquistas sindicales y laborales de sus agremiados, sin que ello suponga condicionamientos aborrecibles o encubiertos y menos antidemocracia, pues al interior del SNTE ésta sólo se practicó en el funesto poderío de la maestra Gordillo, hoy en la cárcel para gozo de los maestros mexicanos y para beneficio de la educación.

          Rangel supo esperar y eso ya lo distingue como un operador hábil. El congreso debió realizarse en julio de 2012. No había condiciones propicias porque estaba pegada la elección a gobernador y luego la transición de poderes que colocaban a Chiapas casi en una encrucijada debido a la anarquía y al pillaje cometido por los funcionarios del sexenio 2006-2012, por cierto todavía en la impunidad.

           Aunque no prospere la planilla de unidad que busca Rangel, se observa un congreso en calma y eso ya es una conquista por todo el valor político y social que representa para Chiapas. No se necesita ser nigromante ni lanzar las cartas del tarot para captar que el magisterio federal atraviesa una etapa de relajamiento porque los maestros ya están cansados y desgastados de las luchas intestinas, del engaño y del manejo perverso que los mantuvo secuestrados por décadas.

          Se volvió parte de un ritual macabro que los congresos seccionales resultaban embarrados de intransigencia y rudeza. El maestro Celso Wenceslao López Díaz, en el ocaso de la década de los ochenta, fue asesinado a tiros demostrándonos los grados de contaminación y hostilidad alcanzados por la discrepancia magisterial. Las marchas, los bloqueos de calles y la toma de edificios públicos con el consecuente perjuicio a la sociedad, fueron otros ingredientes en la historia de estas pugnas feroces.

          Los maestros están confiados que ya no habrán más mesías ni todopoderosos surgidos por el capricho de Elba Esther Gordillo. Ella está en la cárcel. Toca a ellos, a los maestros, decidir el rumbo que quieren para su propio beneficio, para su sindicato, para la educación y para Chiapas.

-LOS DEMOCRÁTICOS-

          La paz en el magisterio va enlazada a la paz de Chiapas. Quizá el único escollo es la liga democrática al interior de la organización, pues en ésta todavía perviven, patalean, liderzuelos de mentes retrógradas que le apuestan al todo o nada para sacar raja y llevar agua a su molino.

          Identificados como parásitos porque han vivido placenteramente a través de las sucias negociaciones y del chantaje, los jefes de esta cofradía se mantuvieron tranquilos en el gobierno de Juan Sabines Guerrero porque vendieron caro su amor. Pasaban religiosamente, cada mes, a la oficina de Nemesio Ponce Sánchez, en la subsecretaría de gobierno del sabinato, a cobrar sumas que oscilaban entre los 30 y los 50 mil pesos y eso, claro, los mantuvo callados.

          La apuesta en estos momentos es al cabildeo. No se puede coaccionar ninguna expresión, pues eso sólo pasa en regímenes totalitarios, pero tampoco se puede tolerar el vandalismo y los daños de terceros. Son pocos, en realidad, los maestros que todavía abrazan la intolerancia y a ellos, cuando la política ha fallado, se les debe aplicar la ley para proteger los derechos de los ciudadanos a la educación y al libre tránsito.