sábado, 24 de agosto de 2013

TRECE SUR



PRIMERO LA LEY 

 

          Fue parte de una tradición nefasta que en Chiapas la desestabilización por intereses políticos beneficiara a grupos y perjudicara a los chiapanecos. Es disparatado, pero sucedía: en muchas ocasiones desde palacio de gobierno en los tiempos de Sabines se estimulaban los conflictos que luego, mediante el empleo de muchos millones de pesos, aparecían salvadores que ponían fin, como por arte de magia, a esos conflictos.
          Parece inverosímil, sin embargo esa práctica fue recurrente. Así pasaba igualmente en los tiempos en que Arely Madrid Tovilla fue secretaria de gobierno en el interinato de Roberto Albores Guillén, cuyo secretario particular, el ex presidiario Federico Ruiz Gamborino, era quien a manos llenas repartía dinero a los líderes y ellos, el grupo cercano a Madrid Tovilla, se quedaban con jugosas ganancias.
          La industria del chantaje generó dividendos millonarios al círculo del poder  en el sexenio inmediato anterior. Se trató de una gobernabilidad simulada que confeccionó un manto de corrupción que sigue en la impunidad. Líderes del magisterio, de organizaciones ligadas a Nemesio Ponce Sánchez, ex subsecretario de gobierno y de Mauricio Perkins Cardoso, los alfiles de la operación sucia en ese mandato, mensualmente recibían sumas de 30 hasta 250 mil pesos por su complicidad.
          Al perder esa producción generosa, falsos redentores en las últimas semanas iniciaron una jornada de violencia ultrajando los intereses de los chiapanecos y alterando la paz social en un estado que fue entregado en ruinas por la administración anterior debido al monstruoso pillaje y a la red de confabulaciones.
          La carretera que comunica a Tuxtla con San Cristóbal y otras vías importantes como las de la Costa de pronto fueron taponadas por tropeles de revoltosos que falazmente alegaban falta de respuestas a sus demandas. Nada más falso, ruin y sucio que eso.
          Hubo pérdidas millonarias para los sectores productivos, se perturbó la tranquilidad y muchos niños y jóvenes no pudieron asistir a clases debido a los bloqueos carreteros. La sociedad, indignada, exigió la aplicación estricta de la Ley para impedir más quebrantos al orden social y Constitucional.
          La semana pasada,  la Procuraduría General de Justicia del Estado cumplimentó una orden de aprehensión girada por el Juez Tercero Penal de Delitos Graves con sede en el “Amate”, por los delitos de Extorsión y Motín, en contra de los responsables de una serie de bloqueos carreteros en varios puntos del estado tras la denuncia presentada por diversos ciudadanos, quienes se vieron vulnerados por el bloqueo carretero que un grupo de alrededor de 80 personas realizó en forma violenta el pasado 8 de agosto en  la autopista Tuxtla Gutiérrez –San Cristóbal de las Casas, en Tapachula, Frontera Comalapa y Comitán; por lo que la Fiscalía de Distrito Centro inició la averiguación previa 369/CEC9-T2/2013.
          Queda claro pues que la Ley a todos nos iguala y a todos nos protege y que es deber del gobierno del estado garantizar el Estado de Derecho para disfrute de las libertades de todos, cerrando el paso a la impunidad y a la coacción de quienes añoran tiempos idos.

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