lunes, 1 de julio de 2013

La obra fallida de El Sabinal, otro fraude que salpica al alcalde Samuel Toledo

 

• Son 480 millones de pesos que se esfumaron cuando Toledo era titular de la SEDEPAS

• Una constructora presuntamente propiedad del cantante Emmanuel, también bajo sospecha

• El alcalde, en la lista de los que están demandados en la PGR por el peculado de 40 mil millones de pesos.


            Héctor Lavariaga/Areópago.
           
En los primeros días de febrero de 2010, el gobierno de Juan Sabines Guerrero anunció una inversión millonaria en un proyecto integral para el saneamiento del Río Sabinal que sería, a la par de la obra que viva el centro,  el marco perfecto, se decía, para que el gobernador pasara a la inmortalidad y fuera bien recordado por los tuxtlecos. La obra, sin embargo, sólo quedó en un plan de buenas intenciones que al mismo tiempo sirvió de tapadera de la corrupción.
            El río Sabinal que todos conocemos nace en un ojo de agua del municipio de Berriozábal y atraviesa toda la capital hasta desembocar en el cañón del Sumidero. La cuenca está conformada por 21 arroyos. A nuestros ancestros todavía les tocó ver aguas limpias, cristalinas, que usaban para bañarse y las mujeres para lavar  ropa en auténticos días de fiesta bajo las sombras de ceibas imponentes.
       Como el biodisel que incluso embaucó al dirigente de la ONU Ban Ki Moon, el proyecto de saneamiento del río Sabinal pasó a una promesa más incumplida, sólo que a un costo elevado para los chiapanecos pues muchos millones de pesos “se esfumaron” que sin duda fueron a parar en las cuentas bancarias de los célebres componentes del grupo que lideraba Nemesio Ponce Sánchez, quien de mediocre camillero en la Ciudad de México en Chiapas fue un pequeño dios terrenal en el sexenio 2006-2012.
         La burla hacia los chiapanecos no tuvo límites. Al igual que el fiasco de las ciudades rurales que significó una danza multimillonaria de recursos pero los chiapanecos de las zonas nativas siguen en la pobreza, se vendió la idea de que el río Sabinal sería hasta navegable, como los canales de la hermosa Venecia. Qué descaro y afrenta para la sociedad.
            El río Sabinal se vuelve severo foco de contaminación en temporada de seca porque en él desaguan aguas negras y residuos fecales despidiendo un hedor insoportable que enferma a los niños del perímetro. El contraste es durante la época de lluvias, pues varias veces se ha desbordado poniendo al desnudo la negligencia de las autoridades capitalinas y, lo más grave, colocando en grave riesgo a las familias. Episodio dramático se vivió en la administración de la torpe alcaldesa Victoria Rincón Carrillo cuando la capital resintió recurrentes inundaciones.
             Todos nos imaginábamos surcando en período de lluvias El Sabinal en folclóricas barcazas o las famosas chalupas, comiendo antojitos típicos, elotes asados, los tamales de torito pinto y tomando cervezas, pozol de caco o aguas frescas, escuchando por supuesto las maderas que cantan (la marimba) o bien el tradicional mariachi, según el gusto de cada familia. Vaya, como si anduviéramos en Xochimilco en las trajineras.
            Y es que se dijo a los tuxtlecos que El Sabinal ya no sería motivo de preocupación o fuente de contaminación, sino un espacio para el encuentro de las familias capitalinas, motivo de orgullo de los chiapanecos, atractivo turístico de los visitantes, escenario en franca armonía con la naturaleza. Pero todo fue otra gran farsa.
            El  proyecto de Remediación y Regeneración pretendía convertir, al menos en el dicho, los problemas medioambientales -inundaciones, contaminación, etc.- y de imagen urbana que presenta la cuenca  del río Sabinal en un potencial de diseño urbano regenerativo que buscaría recuperar las condiciones naturales del sitio. El objetivo principal era convertir al río y sus escurrimientos en los elementos que estructuren de nuevo a la ciudad por medio de un parque lineal de 18.5 kilómetros con conectividad al cañón de El Sumidero. Habría ciclo pista, andadores, plazas, luminarias sustentables y 18 ciclo estaciones
El parque lineal debía ser el detonador de un bosque agroforestal comestible dentro de la ciudad que permitiría dotar a habitantes y visitantes de una serie de servicios y experiencias, tales como: sombra, control del suelo, continuidad en el ciclo edafológico e hidrológico, producción de huertos esparcidos en la ciudad, corredores de flora y fauna.
            Chulada de proyecto. La inversión inicial anunciada fue de 200 millones de pesos para solventar la primera etapa que sería para el rescate hidráulico y la construcción del bordo en un tramo de un kilómetro cien metros. La noticia de tan espectacular y ambiciosa empresa se hizo en la colonia Francisco I. Madero, La Madero, como la llamamos porque por esos rumbos antes estaba el legendario parque Madero y hoy es la calzada de Los Hombres Ilustres.
            Los flashazos iban todos a Juan Sabines, Seth Yassir Vázquez Hernández, entonces alcalde, y al cantante Emmanuel, muy amigo del ex gobernador porque se cuenta que cuando Sabines era pobre en la ciudad de México, el famoso y tierno intérprete le daba alojamiento y comida sin saber, claro, que el futuro sería magnánimo para ellos. Por eso Emmanuel durante los seis años del sabinato fue atendido como rey en Chiapas. Fue el cantante oficial en ese sexenio.

¿Y SAMUEL TOLEDO?
            Samuel Toledo Córdoba Toledo se desempeñaba en ese tiempo como  Secretario de Desarrollo y Participación Social (Sedepas) y otro de los ases que traía bajo la manga Nemesio Ponce Sánchez. El primero era el pequeño Yassir porque en la estrategia del grupo estaba convertir en gobernador al sujeto que ahora los tuxtlecos apodan la tuza por razones obvias y es el ex alcalde más odiado de todos los tiempos y de las generaciones que vienen. Sólo que ese día del anuncio Samuel Toledo no salió en la foto, pero es otro de los funcionarios de ese régimen que se encuentra bajo sospecha en el peculado que asciende, según cálculos, a 40 mil millones de pesos cometido al patrimonio de los chiapanecos.
            Siendo titular de la SEDEPAS, el hoy alcalde de la ciudad tiene qué ver insoslayablemente con el fraude que representó el proyecto de remodelación de El Sabinal. Él sabía que en el fondo del proyecto había turbios negocios para agenciar más riqueza a los hombres del primer círculo que mandaban en Chiapas, siendo el cabecilla el nefasto Ponce Sánchez.
            Samuel Toledo podría  estar relacionado al menos con la “desaparición” de 480 millones de pesos que serían destinados para la obra. La constructora Odisea, cuyo apoderado legal es Arturo Ortiz pero presuntamente prestanombre José Emmanuel Acha Martínez, Emmanuel, es al parecer una más de las empresas embadurnadas en el saqueo cometido con el proyecto del Río Sabinal que se anunció con bombos y platillos, pero que nunca se ejecutó aunque sí existieron las partidas presupuestales para ello. Es decir, fue el proyecto un festín de corrupción.
            Samuel Toledo se halla en estos momentos atrapado en los escándalos y las sospechas. Por un lado, su facilidad para mentir le ha granjeado el repudio de los tuxtlecos y, por otro, su lealtad a Sabines y a Nemecio Ponce Sánchez ha provocado terrible anarquía en el gobierno municipal en donde predominan la rapiña, el reparto de bonos, los sueldos a aviadores y un catálogo más de atropellos y abusos.
            La sociedad chiapaneca está a la espera de que la Procuraduría General de la República oriente sus pesquisas a Chiapas luego de hacerlo en Tabasco con el caso Granier. El fracaso proyecto de rescate del río Sabinal debe ser otra arista que se integre al grueso expediente del robo del siglo que asciende a 40 mil millones de Chiapas.

            El alcalde Samuel Toledo está demandado en la PGR.

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