viernes, 6 de septiembre de 2013

La turba magisterial se engalla; mientras, crece la ira de la sociedad


   

• Marchan casi desnudos y toman la Torre Chiapas, parte de sus protestas

• La evaluación, el verdadero coco de los maestros holgazanes; el 75 por ciento reprueba el examen

• La Reforma no es negociable, aclara Osorio Chong. México, en penosos estándares en relación a otros países

 

Carlos Urze/Areópago.

Malditos sean es una expresión que suena ofensiva y majadera. No la es. Abrevia en dos palabras contundentes el repudio de la sociedad,  la ira, la rabia. Es la impotencia frente a la barbarie y la sinrazón que simbolizan al magisterio federal aglutinado en ese podrido Bloque Democrático que, para desventura de la educación, controla a la Sección 7 del SNTE de Chiapas.
          El malditos sean interpreta ad litteram lo que piensa la gente porque hoy, aunque muchos  se salvan, el maestro no es más que sinónimo de  arbitrariedad y libertinaje. Atrás quedaron los maestros desposados  sin hipocresías con el noble apostolado de la docencia. Ahora tristemente todo es lujuria y podredumbre magisterial.
Desde el miércoles 28 de agosto el Bloque Democrático inició una jornada de movilizaciones que se suma a la protesta de un puñado de inconformes con la reforma educativa del presidente Peña Nieto. El discurso viejo, inoficioso y trillado que hace apoteosis a las ideas revolucionarias del Che Guevara pero desdeña a Quintiliano y  a Confucio, los padres de la educación, es un contrasentido porque se aparta de la responsabilidad histórica  de la enseñanza en este país que permanece colocado en el lugar 55 de la escala mundial en materia educación para todos, según informe de la ONU.
        Alegando su derecho de manifestación pero trasgrediendo los derechos del pueblo de vivir en paz y tener una educación de calidad y puntual, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación a cuyo cordón umbilical está atado el Bloque Democrático que ahora prostituye Adelfo Alejandro Gómez, libra una batalla sin cuartel  por tanto irreflexiva para echar abajo la citada reforma Constitucional que tiene como esencia mejorar los estándares  educativos en México, pues penosamente aquí se cuentan 7 millones de analfabetas y al menos 34  millones más están en rezago.
     A ojo de buen cubero la CNTE persigue fines políticos en los cogollos del movimiento. Aparte de eso está otro ingrediente que es el temor. Usted sabe que la Reforma Educativa crea el Servicio Profesional Docente que obliga a los maestros a  una evaluación permanente para certificar y mejorar su aptitud frente a las aulas.
       A eso le temen: a la evaluación, porque varios cientos de miles de ellos serían reprobados demostrando así, con crudeza, el atraso del sistema de enseñanza y aprendizaje en México, muy lastimoso en comparación de otras naciones de América Latina como Brasil y Chile. Los no aptos se tendrían que ir para ceder la plaza a maestros que sí garantizan una instrucción eficaz y acorde a los nuevos tiempos, sin olvidar que en la última evaluación nacional el 75 por ciento de los maestros la reprobó.
      Temen perder privilegios obtenidos abusivamente en cargos de dirección  y supervisión de la educación básica y media superior porque su reinado ha sido el chantaje. Han vivido en la suciedad.
La reforma establece reglas inobjetables, siendo, entre otras, valorar cada cuatro años a los maestros para corroborar que sí están calificados para enseñar. Si no lo demuestran adiós. Se van.  Es decir, la  Reforma está enderezada a poner fin a un sistema escolar mexicano proclive a la corrupción y  a la complicidad encubierta.
     La pobreza educativa en México se corrobora en  otro dato alarmante: Recientemente la Organización Mundial de Comercio midió el nivel educativo de 34 naciones incluyendo México. La nuestra quedó en el lugar 33. Por eso el gobierno federal (ya lo dijo el Secretario Osorio Chong, de gobernación) no dará marcha atrás a la Reforma porque ella no es negociable.

VAMOS A PARTIRLES LA MADRE…
        Adelfo Alejandro Gómez es pieza de un ajedrez perverso que la CNTE ha confeccionado para desestabilizar al país. Al perder el grupo de institucionales la hegemonía sindical, la Sección 7, que faltaba en las pretensiones de la Coordinadora, irremediablemente se convierte en un alfil  más de la estratagema subversiva que va con toda su furia para encarar al gobierno del Presidente Peña tratando de tumbarle la  Reforma  Educativa, no obstante que ésta tiene el respaldo de los mexicanos y de todos los grupos políticos  de la nación.
        Son estados clave desde donde la CNTE va a golpear con rudeza. Michoacán, Guerrero y Oaxaca de tiempo atrás permanecen dominados. Faltaba Chiapas. No debe sorprender pues que la primera conversación telefónica que sostuvo Adelfo Gómez tras ganar  sospechosamente el congreso seccional del 6 de julio pasado, haya sido con Artemio Ortiz Hurtado, cabeza de la CNTE y principal impulsor de la rebelión. La segunda llamada la hizo al dirigente de la Sección 22 de Oaxaca Rubén Núñez Ginez, a quien le habría dicho “ahora  sí vamos a partirles la madre, camarada”.
          El Bloque Democrático (eso de democrático es un caprichoso esnobismo) pudo tomar por asalto a la Sección 7 porque contó con la operación política  de la CNTE y con cómplices dentro del mismo grupo de institucionales que falló en sus cálculos y pecó  en confianza. Las mañas de la maestra Gordillo hicieron  mucha  falta, sin duda. Y esa ausencia abrió las puertas a un tropel de vándalos que se refugia en falsas moralinas y postulados embusteros para desatar el libertinaje.
        El sábado 29 de junio la policía se vio en la necesidad de intervenir en el Polifórum Mesoamericano para liberar a maestros que participaban en el Congreso. Estaban secuestrados por la banda de Adelfo Gómez, quien por la mañana había fabricado el plan. Sabía que muchos de ellos iban a amarse de palos y piedras para provocar a la policía, desanudar la violencia y luego inmolarse.  Les  funcionó.
            El 7 de julio cuando ya su ungimiento como líder se había consumado,  Adelfo llamó a la prensa,  a esa misma prensa que repudia porque la llama vendida y chayotera pero que ese día la necesitaba para dar un mensaje. Dijo: “Atrás quedó la confrontación; llegó la hora de los acuerdos y de los consensos”. Claro que mentía.
           Los maestros del Bloque Democrático han radicalizado sus protestas. Lo mismo han marchado semidesnudos en una grave ofensa a sí mismos y a la sociedad que han secuestrado edificios públicos, como ocurrió el lunes 2 de septiembre cuando tomaron la Torre Chiapas generando un caos vehicular enorme y provocando un clima de miedo entre los ciudadanos indefensos.
            ¿Se equivocan los ciudadanos cuando hasta el hartazgo de abusos les gritan malditos sean?

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