viernes, 21 de marzo de 2014

Golpe policiaco a la banda de Rafael Guirao Aguilar



  • Detiene la Procuraduría al ex alcalde de Ixtapa, uno de sus aliados y operadores políticos en la fundación Chiapas Verde; lo acusan de un peculado de casi $50 millones

Héctor Lavariaga/Areópago.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) dio a conocer el 14 de marzo de 2014  la detención de Ricardo Pérez Pérez, ex presidente municipal de Ixtapa (2008-2010), derivado de la denuncia presentada por el Órgano de Fiscalización Superior del Congreso del Estado.
 El presunto responsable es acusado de los delitos de Peculado, Ejercicio Ilegal del Servicio Público y Asociación Delictuosa.
Cabe destacar que el OSF señaló que el indiciado no presentó la Cuenta Pública correspondiente al ejercicio fiscal 2010 a que estaba obligado a rendir en el mes de abril del año 2011, de conformidad con la Ley de Fiscalización Superior del Estado de Chiapas.
 De acuerdo a las investigaciones, se detectó un daño patrimonial a la Hacienda Pública Municipal por la cantidad de 49 millones 328 mil 458 pesos.
 Ante ello, el  Fiscal del Ministerio Público practicó diversas diligencias, entre las que destacan  las declaraciones del personal que efectuó la auditoria  y recabó el dictamen pericial contable correspondiente.
 De esta forma, la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Relacionados con Servidores Públicos ejercitó acción penal en contra de Ricardo Pérez Pérez, ante el Juez Primero Penal con sede en “El Amate”, desde donde enfrentará el proceso penal 71/2014.
 Ricardo Pérez Pérez está ligado a la pandilla que comanda  Rafael  Guirao  Aguilar, presidente municipal de facto de Chilón y dirigente de la organización apócrifa Chiapas Verde, desde donde se supone se han desviado cantidades millonarias de recursos públicos para financiar la campaña del regordete Guiao Aguilar porque, según sus versiones, los dioses mayas le han indicado el camino rumbo a la gubernatura de Chiapas.
 Pérez Pérez es muy cercano a Guirao Aguilar y a Nemesio Ponce Sánchez, el todopoderoso subsecretario de gobierno de Juan Sabines Guerrero.  Era uno de sus operadores políticos y gente influyente en esa fundación Chiapas Verde, a la cual también está mezclado el pastor evangélico Josué Pérez Pardo.
 El tormentoso pastor que estuvo enredado en escándalos en el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía y Guirao Aguilar desataron, hace poco,  una artera campaña homofóbica luego de que se presentó al Congreso del Estado una iniciativa para la aprobación del matrimonio de personas del mismo sexo. Ambos recibieron la  repulsa unánime de los chiapanecos porque su intransigencia, que ellos justificaron en un pasaje bíblico, va en contra de los vientos de cambio que soplan en el mundo y en donde la tolerancia es una premisa.
Fuentes  allegadas  al  reportero revelan que tras la detención de  Pérez Pérez, durante la noche de ese día Guirao Aguilar trató de mover sus relaciones para liberarlo. No logró sus propósitos  porque  en  Chiapas  la  impunidad  llegó  a su fin en este gobierno y hoy, el amigo, asesor, compañero de equipo y aliado de Guirao Aguilar enfrenta un proceso penal en El Amate.
Esta decisión  de  las  autoridades policiales fue bien recibida por los chiapanecos ya que poco a poco  los depredadores del pasado van cayendo a la cárcel y demuestra  asimismo  que  la  justicia, aunque a  veces  tarda,  siempre  llega  para  ajustar  cuentas  con  los  bribones. El caso que más resuena en el ánimo  de  los  chiapanecos  y  que  aún está pendiente es el de Yassir Vázquez Hernández, ex alcalde de la capital.

 LA PALAPA DEL NEGRO
De Yassir Vázquez Hernández no se sabe nada. Dicen que se volvió un tránsfuga luego de que brotó la podredumbre de lo que fue su corta administración municipal, la más corrupta de  la  que  se  tenga  memoria  en  Chiapas. Aunque hay versiones que lo señalan como  dueño de  una  cantina llamada La Palabra del negro, que habría sido construida con recursos públicos, otras dicen que está en Acapulco y que en cualquier momento puede ser detenido.
En estimaciones conservadoras se calcula que Yassir Vázquez Hernández  heredó  una  deuda  de  900  millones  de pesos en Tuxtla. Otros datos  refieren  que  podría  ser  de 2  mil  300  millones.  La  obra que  viva  el  centro   fue  una  tapadera  del  latrocinio   y, paradójicamente,  destrozó  la  imagen  urbana  de  la  ciudad  fomentando el caos vehicular en  una  metrópoli  que, dado su crecimiento, lo que requiere es vías alternas y ampliación de sus calles y avenidas para desahogar su circulación.
De  un  modesto  y tímido muchacho que comía carne asada y tomaba  whisky  etiqueta  roja  en un  restaurante  de  la  colonia Las Palmas  de  la  capital,  el  mismo que salía  a altas horas de  la noche a respirar  el  aire  fresco  al  parque  central,  siempre  solo,  Yassir   Vázquez  Hernández   es  ahora  un  magnate  con  propiedades  que sí  las  sonó  seguramente, pero que  jamás  hubiera  podido  adquirir con un sueldo  vinculado  a  su  capacidad  intelectual. ¿De dónde mulas,  Pedro? se diría coloquialmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario